La vacuna de ARN contra la COVID-19 tiene muchas cualidades, pero tiene un defecto que no ha pasado desapercibido: la protecci贸n que confiere es de corta duraci贸n, de ah铆 la necesidad de frecuentes refuerzos.
Un estudio publicado recientemente en el
Journal of Allergy and Clinical Immunology por un equipo de investigaci贸n de Francia y de la Universidad Laval sugiere que este punto d茅bil de la vacuna podr铆a deberse a una cascada de reacciones que afectan a c茅lulas del sistema inmunitario, los linfocitos T.
Los linfocitos T tienen un papel clave en el desarrollo de la memoria inmunitaria. Su ADN se da帽a durante una cascada de reacciones desencadenada por una prote铆na del SARS-CoV-2. Estos da帽os explicar铆an por qu茅 el organismo no logra montar una respuesta inmunitaria duradera.
Imagen NIH/NIAID
"Creemos que al bloquear esta cascada de reacciones, se podr铆a mejorar la memoria inmunitaria y prolongar significativamente la duraci贸n de la protecci贸n conferida por esta vacuna", afirma el responsable del estudio,
J茅r么me Estaquier, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Laval e investigador del Centro de Investigaci贸n del CHU de Qu茅bec - Universidad Laval.
Recordemos que la vacuna contra la COVID-19 contiene ARN que ordena la producci贸n de una prote铆na del virus, la prote铆na de la esp铆cula (S), por parte de las c茅lulas humanas. "El organismo monta entonces una respuesta inmunitaria que le servir谩 para prevenir el desarrollo de la enfermedad cuando se enfrente al virus", explica el profesor Estaquier.
En un estudio anterior, su equipo demostr贸 que, en personas que sufren de COVID-19 grave, una cascada de reacciones desencadenada por la prote铆na S conduc铆a a un debilitamiento de la respuesta inmunitaria relacionada con la muerte de los linfocitos T. "Como la vacuna induce la producci贸n de la prote铆na S por el organismo, quisimos saber si la misma cascada de reacciones estaba presente, al menos temporalmente, en las personas que se vacunan", precisa el investigador.
El equipo franco-quebequense sigui贸, durante 28 d铆as, a 30 personas que acababan de recibir una vacuna contra la COVID-19 para medir diferentes par谩metros de su respuesta inmunitaria. Los datos muestran que, como se esperaba, la producci贸n de la prote铆na S aumenta en los d铆as posteriores a la vacunaci贸n. Alcanza un m谩ximo al 14
潞 d铆a y desaparece casi por completo despu茅s de 28 d铆as.
"El aumento de la prote铆na S desencadena la misma cascada de reacciones que la observada en personas con COVID-19, resume el profesor Estaquier. Una de las etapas de esta cascada es la producci贸n de derivados reactivos del ox铆geno que da帽an el ADN de los linfocitos T. Creemos que estos da帽os podr铆an explicar por qu茅 el organismo no logra montar una memoria inmunitaria duradera y por qu茅 es necesario proceder a refuerzos para mantener la protecci贸n contra el virus."
El equipo del profesor Estaquier planea ahora probar esta hip贸tesis utilizando un inhibidor de derivados reactivos del ox铆geno, la N-acetilciste铆na, como complemento a la vacunaci贸n. "Se trata de un amino谩cido ya utilizado para diferentes fines en humanos. Lo administraremos por v铆a oral a personas que acaban de recibir la vacuna. Esto nos permitir谩 evaluar su eficacia para proteger los linfocitos T y as铆 mejorar la duraci贸n de la protecci贸n conferida por la vacunaci贸n."
La vacuna contra la COVID-19 es una muy buena vacuna, insiste el profesor Estaquier, pero la corta duraci贸n de la protecci贸n que confiere es un inconveniente importante. "Una buena parte de la poblaci贸n no quiere vacunarse cada seis meses contra la COVID-19. Si queremos mantener tasas de vacunaci贸n elevadas, debemos estar atentos a las necesidades de la poblaci贸n y encontrar medios para corregir este problema."
Fuente: Universidad Laval