Desde el 12 de junio, una nueva fuente luminosa ha aparecido en el cielo nocturno. Inicialmente demasiado débil para ser vista sin instrumentos, su brillo ha aumentado rápidamente. Las observaciones han permitido identificarla como una nova clásica bien conocida, un tipo de explosión estelar.
Representación artística de una enana blanca compacta capturando materia de una compañera gigante roja.
Crédito: NASA/CXC/M.Weiss
La nova, oficialmente denominada V462 Lupi, ha alcanzado una magnitud aparente de +5,7, lo que la hace visible sin ayuda óptica bajo un cielo despejado. Situada en el hemisferio sur, también puede observarse desde el hemisferio norte, cerca del horizonte sur después de la puesta del sol.
Las novas clásicas ocurren en sistemas binarios donde una enana blanca absorbe materia de su compañera. La acumulación de materia en la superficie de la enana blanca termina provocando una explosión termonuclear, proyectando una luz intensa al espacio. A diferencia de las supernovas, estas explosiones no destruyen la estrella anfitriona.
Las novas visibles a simple vista son raras. V462 Lupi ofrece por tanto una oportunidad única para que los astrónomos aficionados observen un evento así. Aunque su pico de brillo podría haber sido ya alcanzado, es posible que continúe brillando intensamente en los próximos días.
El estudio de estos fenómenos ayuda a los científicos a comprender mejor los mecanismos de las explosiones estelares y la evolución de los sistemas binarios.
V462 Lupi está situada en la constelación del Lobo (dentro del círculo rojo en este mapa).
Crédito: IAU/Wikimedia
¿Qué es una nova clásica?
Una nova clásica es una explosión estelar que ocurre en un sistema binario compuesto por una enana blanca y una estrella compañera. La enana blanca, extremadamente densa, atrae materia de la estrella vecina gracias a su fuerte gravedad.
Cuando la materia acumulada en la superficie de la enana blanca alcanza una cierta masa crítica, la presión y la temperatura se vuelven suficientes para desencadenar una reacción de fusión nuclear explosiva. Esta explosión eyecta parte de la materia acumulada al espacio, produciendo un aumento súbito de luminosidad.
A diferencia de las supernovas, que marcan el fin de la vida de una estrella, una nova no destruye la enana blanca. Tras la explosión, el proceso puede repetirse si la estrella compañera continúa aportando materia.
Las novas clásicas son herramientas valiosas para los astrónomos, permitiendo estudiar los procesos de transferencia de masa y las reacciones nucleares en condiciones extremas.
Fuente: Sky & Telescope