Adrien - Jueves 11 Abril 2024

Una misión espacial en el espacio interestelar, ¿a 1000 unidades astronómicas?

El escudo de nuestro Sistema Solar, la heliosfera, juega un papel crucial en la protección de los planetas contra los rayones cósmicos galácticos extremadamente energéticos. Pero, ¿cómo estudiarla?


Una futura misión de sonda interestelar aspira a viajar más allá de la heliosfera hasta el medio interestelar.
Crédito: John Hopkins Applied Physics Laboratory

La heliosfera está compuesta por viento solar, transitorios solares y el campo magnético interplanetario. Estos elementos forman una pantalla que protege contra las partículas cósmicas galácticas, aceleradas por eventos como las supernovas. Sin la heliosfera, estas partículas causarían enormes daños a los planetas.

Sin embargo, la forma precisa y los límites de la heliosfera siguen siendo inciertos. Estudios, como el dirigido por la Universidad de Michigan y publicado en Frontiers in Astronomy and Space Sciences, exploran conceptos de misiones interestelares. Estas misiones más allá de la influencia solar buscan entender el tamaño y la forma de nuestra "casa" desde el exterior.


Las interacciones de la heliosfera con el medio interestelar local, un material compuesto por plasma, polvo y partículas neutras, determinan la forma de nuestra heliosfera e influyen en la composición del entorno espacial en el Sistema Solar, incluyendo cerca de la Tierra.

Hasta la fecha, las sondas Voyager 1 y 2 son las únicas misiones que han logrado potencialmente salir de la heliosfera. El análisis de su trayectoria y los datos recabados subrayan la importancia de realizar nuevas mediciones fuera de la heliosfera para determinar su forma definitiva. Los investigadores recomiendan recoger mediciones científicas durante futuras misiones en los confines de la heliosfera para entender mejor su interacción con el medio interestelar.

Un concepto de misión de 2021 destacó los aspectos técnicos de diferentes trayectorias para una futura sonda interestelar. Los investigadores concluyen que una trayectoria que atraviese el flanco heliosférico a nivel de "su cola potencial" ofrecería la mejor perspectiva sobre la forma de la heliosfera y maximizaría los resultados científicos. Los modelos actuales predicen que la heliosfera podría adoptar una forma esférica, alargada o en forma de medialuna.

La sonda Voyager, tras un viaje de 46 años, ha recorrido aproximadamente 163 unidades astronómicas desde la Tierra. En el futuro, una sonda interestelar podría ser diseñada para una misión de 50 años, apuntando a recorrer alrededor de 400 unidades astronómicas y podría incluso alcanzar hasta 1 000 unidades astronómicas, ofreciendo una vista sin precedentes de nuestra heliosfera y del medio interestelar más allá.

Fuente: Frontiers in Astronomy and Space Sciences
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