Un estudio reciente revela que ciertos grupos sanguíneos aumentarían el riesgo de ACV antes de los 60 años. Este hallazgo podría orientar nuevas investigaciones.
Llevado a cabo por la Universidad de Maryland, el estudio analizó datos genéticos de miles de pacientes que sufrieron un ACV. El objetivo era comprender mejor los factores implicados. Los investigadores compararon a 17.000 pacientes que sufrieron un ACV con 60.000 personas sanas. Se centraron en las diferencias genéticas entre estos grupos.
Los resultados evidenciaron una clara tendencia: los individuos con grupo sanguíneo A presentan una probabilidad notablemente mayor de padecer un ACV antes de los 60 años. Más específicamente, su riesgo es un 16 % mayor en comparación con otros grupos sanguíneos. Este descubrimiento sugiere que los mecanismos biológicos relacionados con la coagulación sanguínea, como la formación de coágulos, podrían estar detrás de este fenómeno en estos pacientes.
Por el contrario, las personas con grupo sanguíneo O parecen gozar de una protección natural contra este tipo de accidente vascular. Su riesgo de sufrir un ACV precoz se reduce en un 12 %, una cifra que intriga a los investigadores. Estos últimos plantean la hipótesis de que algunas propiedades específicas de este grupo sanguíneo, tal vez relacionadas con una menor tendencia a formar coágulos, podrían explicar esta diferencia.
Este contraste entre los grupos sanguíneos A y O es ahora una línea de investigación prioritaria para poder comprender mejor cómo nuestra genética influye en nuestra salud vascular.
Por otro lado, el grupo sanguíneo B también parece estar implicado, aunque en menor medida. De hecho, los individuos de este grupo sanguíneo tienen una probabilidad un 11 % mayor de sufrir un ACV, independientemente de su edad. Los investigadores siguen explorando este fenómeno.
Este estudio ofrece una nueva perspectiva sobre las causas de los ACV precoces. A largo plazo, podría ayudar a identificar a las personas en riesgo. Se necesitan más investigaciones para comprender con precisión por qué algunos grupos sanguíneos están más expuestos que otros.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Neurology