Un templo solar de aproximadamente 4.400 años ha sido recientemente descubierto en la necrópolis de Abusir, al sur de El Cairo. El sitio se atribuye al faraón Niuserre, soberano de la V dinastía del Imperio Antiguo. Las excavaciones, dirigidas por una misión arqueológica internacional en colaboración con las autoridades egipcias, han revelado una parte importante de un complejo dedicado al dios solar Ra. Este descubrimiento ilumina un período en el que el culto al sol ocupaba un lugar central en la ideología real y la organización religiosa del antiguo Egipto.
La necrópolis de Abusir es conocida por albergar varias pirámides reales, pero los templos solares siguen siendo raros en ella. Solo unos pocos edificios de este tipo están atestiguados con certeza en todo el antiguo Egipto. El de Niuserre se inscribe en un programa arquitectónico específico, distinto de los complejos funerarios. No servía para albergar una sepultura, sino para celebrar el poder del dios Ra y afirmar el vínculo directo entre el faraón y la divinidad solar, fundamento simbólico de la realeza en esa época.
Vista desde el templo funerario de Sahure de las pirámides de Niuserre y Neferirkara.
Imagen Wikimedia
Los arqueólogos han desenterrado elementos arquitectónicos principales, incluida la entrada monumental, bases de columnas de piedra caliza y fragmentos de columnas de granito. El plano del templo cubre un área estimada de más de 1.000 m². Una rampa inclinada, probablemente conectada a un antiguo brazo del Nilo, sugiere un acceso ceremonial por vía fluvial. Estas estructuras confirman la monumentalidad del sitio y la complejidad de su disposición, a pesar de la erosión y las transformaciones sufridas a lo largo de los milenios.
Las inscripciones jeroglíficas grabadas en un umbral de piedra aportan información valiosa. Mencionan en varias ocasiones el nombre de Niuserre y describen un calendario de fiestas religiosas asociadas al culto solar. Estos textos constituyen una fuente directe sobre los rituales practicados en el templo. Ilustran el papel central de las ceremonias solares en la vida religiosa oficial y ofrecen una rara visión de las prácticas cultuales de la V dinastía, aún mal documentadas por otro lado.
Las investigaciones también muestran que el sitio no fue abandonado inmediatamente después del fin del culto solar. Se han identificado rastros de ocupación posterior, fechados en el Primer Período Intermedio. Vestigios domésticos y objetos cotidianos, incluidos elementos relacionados con el juego de senet, indican una reutilización parcial de las estructuras. Esta transformación progresiva del templo en zona residencial testimonia la evolución de los usos del paisaje sagrado, a medida que el poder central se fragmentaba.
Localizado desde principios del siglo XX, el sitio nunca había podido ser excavado en profundidad debido al alto nivel freático. Las condiciones actuales han permitido reanudar los trabajos y revelar la importancia del complejo. Este descubrimiento se inscribe en una serie de investigaciones recientes que buscan comprender mejor el papel de los templos solares en el Imperio Antiguo. Refuerza la idea de que estos edificios jugaban un papel clave, tanto religioso, político como simbólico, en la construcción de la autoridad faraónica.