Perder el cabello durante una quimioterapia ya no es una fatalidad. Un casco innovador podría cambiar en breve el confort de miles de pacientes con cáncer. Desarrollado en Irlanda, este aparato promete reducir de manera significativa la caída del cabello. Una innovación que intriga y genera muchas esperanzas.
Cada año, miles de pacientes sufren los efectos secundarios de la quimioterapia, entre ellos la pérdida de cabello. Traumática, esta pérdida afecta su autoestima. Una start-up propone hoy una solución no invasiva para limitar este fenómeno.
El casco, llamado Lily, fue diseñado por la empresa Luminate Medical. Este dispositivo aplica presión sobre el cuero cabelludo, impidiendo que los medicamentos anticancerígenos dañen los folículos pilosos responsables del crecimiento del cabello. Según los primeros ensayos clínicos, el dispositivo reduciría la caída del cabello en un 75 %. Los pacientes que han probado el casco han conservado una abundante cabellera después de varias sesiones de quimioterapia.
Esta técnica podría mejorar profundamente la calidad de vida de los pacientes. Para muchos, preservar su cabello les permitiría afrontar mejor su tratamiento y sentirse menos estigmatizados por la enfermedad.
El objetivo de Luminate Medical es comercializar el casco en Estados Unidos, tras obtener la autorización de la Food and Drug Administration (FDA). La empresa también espera hacer que el dispositivo sea utilizable en casa. Paralelamente, Luminate está desarrollando otro dispositivo para tratar la neuropatía inducida por la quimioterapia. Este nuevo avance podría aliviar los dolores que los pacientes experimentan durante el tratamiento.
El futuro parece prometedor para estas tecnologías que devuelven un poco de control a los enfermos. Su impacto en el bienestar psicológico es innegable.
¿Qué es la quimioterapia?
La quimioterapia es un tratamiento médico utilizado para combatir el cáncer. Consiste en administrar medicamentos denominados agentes anticancerígenos. Estas sustancias buscan destruir las células cancerosas interrumpiendo su división y proliferación.
Los medicamentos de quimioterapia no solo atacan las células cancerosas. También afectan otras células de división rápida, como las de los folículos pilosos. Resultado: los pacientes a menudo pierden su cabello durante el tratamiento.
El casco Lily funciona aplicando presión sobre el cuero cabelludo, bloqueando el acceso de los fármacos de quimioterapia a los folículos pilosos. Esto ayuda a protegerlos y reducir la caída del cabello hasta en un 75 %.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Luminate