El descubrimiento potencial de dimetil sulfuro (DMS) en la atmósfera del exoplaneta K2-18b ha generado un intenso debate entre los astrónomos. Esta molécula, a menudo asociada con la vida en la Tierra, ¿podría indicar la presencia de organismos vivos en este otro planeta distinto a la Tierra?
Crédito: NASA, ESA, CSA, Joseph Olmsted
El estudio inicial, publicado en
The Astrophysical Journal Letters, detectó señales que sugieren la presencia de DMS. Sin embargo, la fiabilidad de estos resultados está siendo cuestionada. Algunos investigadores han encontrado evidencia de DMS en un cometa, lo que implica que esta molécula podría formarse sin la presencia de vida.
Edward Schwieterman, astrobiólogo, destaca los desafíos técnicos para confirmar estos hallazgos. Los telescopios actuales no pueden identificar directamente biomoléculas específicas como el ADN en la atmósfera de los exoplanetas. Por lo tanto, los científicos deben confiar en el análisis de los espectros de luz, un método sujeto a interpretación.
La controversia se intensifica con la publicación de un nuevo estudio en
The Astrophysical Journal, que propone un origen no biológico para el DMS detectado en K2-18b. Esta investigación sugiere que los cometas podrían transportar y depositar DMS en los exoplanetas, una hipótesis que aún requiere mucha investigación.
A pesar de las dudas, Nikku Madhusudhan, autor principal del estudio inicial, defiende la necesidad de publicar estos resultados preliminares. Insiste en la importancia de continuar con las observaciones para confirmar o descartar la presencia de DMS en K2-18b.
Espectro de K2-18 b, obtenido con los instrumentos NIRISS y NIRSpec del telescopio Webb, mostrando una abundancia de metano y dióxido de carbono, así como una posible detección de DMS.
Crédito: NASA/CSA/ESA/J. Olmstead (STScI)/N. Madhusudhan (Universidad de Cambridge)
Las próximas observaciones de K2-18b, programadas con varios instrumentos, podrían proporcionar respuestas. Estas investigaciones son cruciales para determinar si el DMS es una verdadera biosignatura o simplemente el resultado de procesos químicos no biológicos.
Mientras tanto, la comunidad científica sigue dividida. Algunos, como Schwieterman, exigen pruebas más sólidas antes de concluir que hay vida. Otros, como Madhusudhan, consideran que todas las pistas, incluso las débiles, merecen ser exploradas.
Esta búsqueda por comprender los signos de vida en K2-18b ilustra las esperanzas de la astrobiología moderna. Las respuestas podrían redefinir nuestra comprensión de la vida en el Universo.
¿Qué es una biosignatura?
Una biosignatura es una sustancia o fenómeno que indica la presencia de vida pasada o presente. En la Tierra, moléculas como el oxígeno, el metano y el DMS se consideran biosignaturas porque a menudo son producidas por organismos vivos.
Ilustración del exoplaneta K2-18 b cerca de su estrella enana. Crédito: Alex Boersma
Sin embargo, la detección de estas moléculas en otros planetas no garantiza la presencia de vida. Los procesos químicos no biológicos también pueden producir estas sustancias. Por ejemplo, el oxígeno puede generarse mediante la fotólisis del agua, y el metano puede producirse mediante reacciones geoquímicas.
La búsqueda de biosignaturas en exoplanetas es, por tanto, un desafío. Los científicos no solo deben detectar estas moléculas, sino también descartar explicaciones no biológicas posibles. Esto requiere una comprensión profunda de los procesos químicos y geológicos que pueden ocurrir en estos mundos distantes.
¿Cómo detectan los telescopios las moléculas en la atmósfera de los exoplanetas?
Los telescopios como el James Webb utilizan la espectroscopía para analizar la luz que atraviesa la atmósfera de los exoplanetas. Esta técnica permite determinar la composición química de la atmósfera al estudiar las longitudes de onda de la luz absorbida o emitida por las moléculas.
Cada molécula tiene una firma espectral única, como una huella dactilar. Al comparar los espectros observados con los conocidos en laboratorio, los científicos pueden identificar las moléculas presentes en la atmósfera de un exoplaneta.
Sin embargo, este método no es infalible. Los espectros pueden estar sujetos a interpretación. Además, la presencia de varias moléculas puede ocultar o imitar las firmas espectrales de otras sustancias. Por eso, las detecciones de moléculas como el DMS requieren confirmaciones adicionales y análisis exhaustivos.
Fuente: The Astrophysical Journal Letters