Se han descubierto incrustaciones de jade, generalmente reservadas para adultos, en dientes de niños mayas de apenas 8 a 10 años, lo que cuestiona nuestros conocimientos sobre esta antigua civilización.
Estas modificaciones dentales, como las incrustaciones de piedras preciosas, eran comunes entre los mayas prehispánicos durante los períodos Clásico y Posclásico, entre los años 250 y 1550 d.C. Los artesanos utilizaban herramientas de piedra para tallar cavidades en los dientes, luego insertaban materiales como jade u obsidiana, sellados con un cemento de base orgánica. Hasta ahora, esta práctica solo se había documentado en adultos, con algunos casos raros en jóvenes de 15 a 20 años.
Vista de un canino con incrustación de jade mostrando la proximidad con la cámara pulpar.
Crédito: Marco Ramírez-Salomón et al.
El estudio de tres dientes de niños, conservados en el museo Popol Vuh de la universidad Francisco Marroquín en Guatemala, permitió identificar estas excepciones. Estos dientes, que incluyen un incisivo central superior izquierdo, un incisivo lateral inferior izquierdo y un canino superior derecho, provienen de individuos estimados entre 8 y 10 años. Muestran signos de modificación durante la vida de los niños, a diferencia de otro caso conocido donde las incrustaciones eran post mortem.
Los investigadores plantean la hipótesis de que estas modificaciones podrían estar relacionadas con una tradición regional más que con una práctica maya generalizada. La rareza de tales ejemplos en preadolescentes sugiere una costumbre localizada. Otra posibilidad es que estas incrustaciones simbolizaran una transición hacia la edad adulta, marcando el inicio de responsabilidades sociales, como el trabajo en los campos o las tareas domésticas alrededor de los 10 años.
El análisis detallado revela variaciones en la calidad de las incrustaciones, indicando quizás la intervención de diferentes artesanos. Por ejemplo, un incisivo presenta una cavidad cuidadosamente tallada solo en el esmalte, mientras que otra penetra hasta la dentina sin alcanzar la pulpa.
Incisivo lateral con cavidad de incrustación precisa en el esmalte.
Crédito: Marco Ramírez-Salomón et al.
Estos hallazgos ofrecen una nueva perspectiva sobre las prácticas culturales mayas, aunque la ausencia de contexto arqueológico limita las conclusiones definitivas. Abren el camino a futuras investigaciones para comprender mejor el significado social y ritual de estas modificaciones dentales en los jóvenes.
Las modificaciones dentales mayas
Los mayas practicaban diversas modificaciones dentales, incluyendo limados, grabados e incrustaciones de piedras como el jade. Estas alteraciones se realizaban con herramientas líticas para crear cavidades precisas en los dientes.
El proceso implicaba a menudo el uso de un cemento orgánico para fijar las piedras, lo que requería una gran habilidad artesanal. Estas prácticas no solo eran estéticas sino también simbólicas, relacionadas con la identidad social y el estatus en la comunidad.
Las incrustaciones eran particularmente valoradas y reservadas para individuos de alto rango, sirviendo quizás como marcadores de riqueza o espiritualidad.
La arqueología dental y su importancia
La arqueología dental estudia los restos dentales para reconstruir los modos de vida, las dietas y las prácticas culturales de las civilizaciones antiguas. Los dientes, al ser muy resistentes, conservan a menudo información valiosa sobre la salud y los hábitos de los individuos.
Técnicas como la radiografía y la tomografía computarizada de haz cónico (CBCT) permiten analizar en detalle las estructuras internas de los dientes sin dañarlos. Estos métodos han revelado, en este estudio, calcificaciones que indican respuestas pulpares a las modificaciones.
Estos análisis ayudan a comprender no solo las técnicas artesanales sino también los impactos en la salud bucodental, ofreciendo perspectivas sobre los saberes y riesgos asumidos por las poblaciones.
Fuente: Journal of Archaeological Science: Reports