Adrien - Jueves 3 Abril 2025

¿Por qué las personas con obesidad experimentan menos placer al comer? 🧠

Las personas con obesidad a menudo experimentan menos placer al comer, y científicos de la UC Berkeley podrían haber descubierto por qué: una disminución de una sustancia química cerebral llamada neurotensina. Corregir este déficit podría restaurar el placer alimenticio y ayudar en la pérdida de peso.

Los alimentos ricos en grasas y azúcares provocan un aumento de dopamina, pero, paradójicamente, las personas con obesidad obtienen menos satisfacción de ellos. Un estudio reciente muestra que las dietas altas en grasas reducen la neurotensina, disminuyendo así el placer asociado a la comida. Esta falta de placer podría incluso fomentar una alimentación excesiva por hábito.


Los investigadores observaron que la neurotensina desempeña un papel clave en la regulación del sistema dopaminérgico, influyendo en nuestra motivación para comer. Al restaurar los niveles de neurotensina en ratones con obesidad, lograron reactivar su interés por los alimentos calóricos y reducir su consumo general. Este descubrimiento abre perspectivas para tratamientos dirigidos específicamente a este mecanismo.


El equipo utilizó técnicas avanzadas como la optogenética para comprender cómo la neurotensina afecta los circuitos cerebrales relacionados con la recompensa. Descubrieron que su ausencia en ratones con obesidad impedía que la dopamina desencadenara el placer habitual asociado a la comida. Esto explica por qué estos animales seguían comiendo por hábito en lugar de por deseo.

Al modificar genéticamente a los ratones para aumentar su producción de neurotensina, los científicos no solo observaron una pérdida de peso, sino también una mejora en su movilidad y una reducción de su ansiedad. Estos resultados sugieren que la neurotensina influye en mucho más que el simple comportamiento alimentario.

Las implicaciones de esta investigación van más allá de la obesidad. Los científicos planean estudiar el papel de la neurotensina en otras condiciones, como la diabetes y los trastornos alimenticios. Comprender estas interacciones podría conducir a tratamientos más eficaces y personalizados.

Este estudio, publicado en Nature, marca un hito importante en la comprensión de los mecanismos cerebrales relacionados con la obesidad. Ofrece enfoques prometedores para desarrollar terapias dirigidas específicamente a la neurotensina, sin los efectos secundarios de los métodos actuales.

¿Cómo alteran las dietas altas en grasas los circuitos cerebrales de recompensa?


Las dietas altas en grasas provocan cambios duraderos en el cerebro, incluida una reducción de la neurotensina. Esta alteración afecta directamente al sistema dopaminérgico, esencial para sentir placer al consumir alimentos.

Estas modificaciones cerebrales pueden explicar por qué las personas con obesidad experimentan menos satisfacción al comer, incluso con alimentos que antes disfrutaban. Esta disminución del placer alimenticio puede, paradójicamente, fomentar un mayor consumo de comida, en un intento por recuperar esa satisfacción perdida.

Las investigaciones recientes sugieren que estos cambios son reversibles. Un retorno a una alimentación equilibrada o intervenciones dirigidas pueden restaurar los niveles de neurotensina y, por tanto, el placer de comer. Esto representa un avance significativo en la comprensión y el tratamiento de la obesidad.

Fuente: Nature
Ce site fait l'objet d'une déclaration à la CNIL
sous le numéro de dossier 1037632
Informations légales