Adrien - Jueves 20 Noviembre 2025

🚀 ¿Por qué las dos sondas marcianas ESCAPADE dan un rodeo de 12 meses en el espacio?

Las ventanas de lanzamiento hacia el planeta rojo son raras y están dictadas por las posiciones orbitales. Esta restricción ha marcado durante mucho tiempo el ritmo de las misiones, imponiendo esperas de varios años entre cada oportunidad. Sin embargo, un nuevo enfoque acaba de surgir, abriendo perspectivas inéditas para el estudio de nuestro vecino.

El jueves 13 de noviembre, un cohete New Glenn de Blue Origin despegó con las dos sondas gemelas ESCAPADE de la NASA a bordo (ver nuestro artículo). Este lanzamiento marca la primera misión marciana en más de cinco años, pero contrariamente a lo esperado, los ingenios no se dirigen directamente a Marte. Fueron propulsados hacia el punto de Lagrange L2, una zona estable situada a aproximadamente 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, donde permanecerán durante doce meses. Esta etapa intermedia les permitirá estudiar las condiciones espaciales locales antes de partir nuevamente hacia nuestro planeta para una maniobra de asistencia gravitacional en noviembre de 2026.


Las dos sondas ESCAPADE en órbita alrededor de Marte.
Crédito: NASA


Esta trayectoria inusual responde a una situación: el alineamiento favorable entre la Tierra y Marte solo ocurre cada 26 meses. Como la próxima ventana óptima está prevista solo para finales de 2026, las sondas esperarán pacientemente cerca del punto L2. Como explica Jeffrey Parker de Advanced Space LLC, socio de la misión, ESCAPADE prueba la posibilidad de lanzar hacia Marte fuera de los períodos de alineamiento planetario. Esta innovación podría flexibilizar considerablemente la planificación de las futuras exploraciones.

Las sondas, bautizadas Blue y Gold en homenaje a los colores de la Universidad de California en Berkeley, fueron construidas por Rocket Lab. Después de su estancia en el punto L2 y su regreso a la Tierra para la asistencia gravitacional, emprenderán un viaje de diez meses hacia Marte, donde llegarán en septiembre de 2027. Luego pasarán siete meses adicionales ajustando y sincronizando sus órbitas alrededor del planeta rojo para seguirse a intervalos regulares, como dos cuentas en un hilo.

Esta configuración en tándem es esencial para capturar variaciones rápidas en el entorno marciano. Robert Lillis, responsable científico de la misión, subraya que las misiones anteriores como MAVEN y Mars Express solo podían observar las mismas zonas después de varias horas. Con dos ingenios sucediéndose rápidamente, ESCAPADE podrá medir cambios en escalas de tiempo tan cortas como dos minutos. Esta capacidad ofrecerá una visión estereoscópica inédita de la atmósfera superior y los campos magnéticos de Marte.

Durante once meses, Blue y Gold utilizarán sus instrumentos idénticos - cámaras, magnetómetro, analizador electrostático y sonda de plasma - para cartografiar el entorno espacial cercano a Marte. Los datos recogidos ayudarán a comprender cómo y cuándo el planeta perdió su atmósfera, proporcionando información valiosa sobre las condiciones que podrían afectar a las futuras misiones tripuladas. La paciencia será necesaria para los científicos, pero la espera promete revelaciones fundamentales sobre la historia y la habitabilidad de nuestro vecino.


Las dos sondas idénticas de ESCAPADE diseñadas para estudiar la atmósfera marciana.
Crédito: UC Berkeley, RocketLab y Astrotech


Los puntos de Lagrange, aparcamientos espaciales



Los puntos de Lagrange son posiciones particulares en el espacio donde las fuerzas gravitacionales de dos cuerpos celestes, como la Tierra y el Sol, se equilibran con la fuerza centrífuga de un objeto más pequeño. Estas zonas estables permiten que un satélite se estacione allí casi sin consumir energía, un poco como si estuviera aparcado en un área de descanso cósmica. El punto L2, al que se dirigen las sondas ESCAPADE, se sitúa a aproximadamente 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, en la alineación opuesta al Sol.

Esta ubicación ofrece condiciones ideales para la observación espacial, ya que permite evitar las interferencias luminosas y térmicas de nuestro planeta. Muchos observatorios, como el telescopio James Webb, utilizan uno de estos puntos para sus misiones. Para ESCAPADE, la estancia en el L2 representa una etapa estratégica antes del viaje hacia Marte, permitiendo estudios preliminares mientras se espera la ventana de lanzamiento óptima.

La estabilidad gravitacional de estos puntos los convierte así, y esto es nuevo, en relevos para la exploración espacial. Sirven como bases avanzadas para probar tecnologías, estudiar el entorno espacial profundo o preparar maniobras.

La asistencia gravitacional, un empujón planetario


La asistencia gravitacional es una técnica astuta que utiliza la gravedad de un planeta para modificar la velocidad y la trayectoria de un ingenio espacial sin consumir combustible. Una nave que roza un planeta puede acelerar o frenar según el ángulo de aproximación, aprovechando la energía orbital del cuerpo celeste.

Esta maniobra requiere una precisión extrema en el cálculo de las trayectorias. Para ESCAPADE, el regreso a la Tierra en noviembre de 2026 permitirá a las sondas utilizar nuestro planeta como una honda gravitacional. Al pasar cerca, capturarán un excedente de velocidad que las propulsará hacia Marte con un ahorro sustancial de propergol. Esta técnica se emplea comúnmente en la exploración espacial desde las misiones Voyager en los años 1970.

La eficacia de la asistencia gravitacional depende de la masa del planeta utilizado y de la proximidad del sobrevuelo. Permite alcanzar destinos lejanos a menor coste.

Fuente: University of California, Berkeley
Ce site fait l'objet d'une déclaration à la CNIL
sous le numéro de dossier 1037632
Informations légales