El verano suele ser sinónimo de picnics, paseos al atardecer... ¡y de invasiones de mosquitos! Estos insectos voladores, que pertenecen a la familia Culicidae, se vuelven más activos y numerosos durante la temporada cálida. Pero, ¿qué explica este fenómeno?
Una cuestión de temperatura y humedad
Los mosquitos tienen un ciclo de vida muy ligado a las condiciones climáticas. Las hembras ponen sus huevos en la superficie de aguas estancadas: pantanos, charcos, barriles de jardín... Los huevos eclosionan en larvas, que se desarrollan rápidamente en el agua. Sin embargo, el calor acelera el crecimiento de estas larvas. En aguas a 25-30 °C, alcanzan la edad adulta en menos de una semana, en comparación con varias semanas en primavera. Resultado: el verano ve una explosión en las poblaciones de mosquitos.
Además, el calor y la humedad favorecen la actividad de los adultos. Estos insectos son de sangre fría: necesitan calor para estar activos.
¿Por qué nos pican los mosquitos?
Solo las hembras pican. Necesitan proteínas para desarrollar sus huevos, y estas proteínas se encuentran en la sangre de los mamíferos (incluyéndonos a nosotros, los humanos). Los mosquitos nos detectan gracias a varias señales:
- El dióxido de carbono que exhalamos;
- Nuestro calor corporal;
- Las sustancias químicas presentes en la superficie de nuestra piel, como el ácido láctico.
Al picar, inyectan saliva que contiene anticoagulantes, facilitando la extracción de sangre. Desafortunadamente para nosotros, nuestro sistema inmunitario reacciona a estas sustancias extrañas, de ahí las famosas picazones.
Un verano propicio para los mosquitos
La combinación de aguas estancadas (tras lluvias o riego), calor y humedad explica, por tanto, su proliferación estival. Además, algunas especies como el mosquito tigre están particularmente adaptadas a entornos urbanos y colonizan fácilmente pequeños depósitos de agua en nuestros jardines.
Para evitar atraer mosquitos, se recomienda eliminar todas las aguas estancadas alrededor de la casa, usar repelentes y vestir ropa que cubra al anochecer. Y para los más científicos entre nosotros, sepan que los mosquitos también son esenciales para la biodiversidad: sirven de alimento a numerosas aves, peces y murciélagos.