Al llegar el otoño, a menudo se observa un aumento de las enfermedades respiratorias, como los resfriados, la gripe o las infecciones virales.
Varios factores convergen en esta época del año, haciendo que las personas sean más vulnerables a las infecciones respiratorias. A continuación, las principales razones por las cuales estas enfermedades se propagan más en otoño.
Descenso de las temperaturas
Con la llegada del frío otoñal, el aire se vuelve más seco, especialmente en interiores donde a menudo se utiliza la calefacción.
Este aire seco reseca las membranas mucosas de las vías respiratorias, en particular las de la nariz y la garganta, que actúan como barreras protectoras contra las infecciones. Cuando estas membranas se resecan, son menos eficaces para atrapar virus y bacterias, facilitando así su entrada en el cuerpo.
Aumento de la proximidad social en interiores
A medida que descienden las temperaturas, las personas pasan más tiempo en espacios interiores, ya sea en el trabajo, la escuela o en casa.
Esta proximidad en espacios cerrados favorece la transmisión de virus respiratorios, como los del resfriado y la gripe. Estos virus se propagan fácilmente en entornos donde la ventilación es limitada y donde las personas están más cerca unas de otras.
Debilitamiento del sistema inmunológico
El cambio de estación y la disminución de la luz solar también afectan a nuestro sistema inmunológico.
En otoño, los días se acortan, lo que puede reducir la producción de vitamina D, un nutriente importante para la buena salud del sistema inmunológico. Una menor exposición al sol, combinada con un mayor estrés debido a la reanudación de actividades después del verano, puede hacer que el cuerpo sea más vulnerable a las infecciones.
Propagación más rápida de los virus en el aire frío
Los estudios muestran que ciertos virus respiratorios, como el rinovirus (responsable del resfriado), sobreviven y se propagan más fácilmente en condiciones frías y secas.
El frío también puede reducir la capacidad del sistema respiratorio para eliminar las partículas virales o bacterianas inhaladas.
Regreso a la escuela y actividades grupales
El otoño también está marcado por la vuelta a las clases y la reanudación de actividades grupales, lo que multiplica las interacciones entre niños y adultos.
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Las escuelas, las oficinas y el transporte público se convierten en lugares propicios para la transmisión de enfermedades respiratorias, especialmente entre los más jóvenes, que son más susceptibles a las infecciones.