Adrien - Jueves 20 Marzo 2025

¿Polvo sahariano radiactivo en Europa, legado de las pruebas nucleares francesas? ☢️

El polvo desértico representa la principal fuente mundial en masa de aerosoles en la atmósfera. Estas finas partículas terrígenas emitidas por la acción del viento pueden ser transportadas a distancias más o menos largas.


Así, el Sahara y el Sahel proporcionan cada año la mayor parte del polvo mineral emitido a escala global, del cual una parte es transportada hacia Europa, principalmente en forma de episodios esporádicos, generalmente al comienzo de la primavera.

Estos episodios de polvo sahariano oscurecen el cielo y afectan la calidad del aire, lo que puede generar problemas respiratorios. En marzo de 2022, un evento excepcional, por la importancia de los depósitos de polvo en el suelo asociados, ocurrió y cubrió gran parte de Europa Occidental.

Se detectó cesio-137, una sustancia radiactiva artificial emitida por las pruebas nucleares atmosféricas y los accidentes nucleares, por una asociación en depósitos de polvo recolectados en Francia durante este evento de marzo de 2022.


El origen de esta sustancia se había atribuido a las pruebas nucleares francesas realizadas en la región de Reggane, en el sur de Argelia, a principios de la década de 1960. Sin embargo, los resultados obtenidos en el marco de un estudio realizado por los laboratorios del CNRS Terre & Univers, la Universidad de Oviedo y el laboratorio de la Oficina Federal Suiza de Protección Civil de Spiez, basados en el análisis de muestras (110 muestras en total) obtenidas en el marco de un enfoque de ciencia participativa, demuestran que no es así.

Para llegar a estos resultados, se realizaron diferentes tipos de análisis complementarios: análisis de trayectorias inversas de masas de aire, geoquímica elemental, granulometría, mineralogía de arcillas y actividades de radionucleidos y su firma isotópica. Estos se realizaron en todo o parte de las 110 muestras recolectadas desde el sur de España hasta Austria tras una convocatoria para recolectar los depósitos del evento a través de las redes sociales durante el evento y los días siguientes.


Ejemplo de muestra de polvo recolectada en el norte de Francia en el marco del enfoque de ciencia participativa llevado a cabo en marzo de 2022.
© LSCE

Los resultados demuestran que, aunque el polvo proviene de una región que coincide en parte con la del sur de Argelia, donde Francia realizó pruebas nucleares atmosféricas en 1960 y 1961, no presenta sin embargo la marca radiactiva esperada de las pruebas nucleares francesas. Por el contrario, el polvo lleva la firma de las precipitaciones globales dominadas en gran medida por las pruebas nucleares realizadas por Estados Unidos y la Unión Soviética a finales de la década de 1950 y principios de la década de 1960, y que aún hoy marcan los suelos de todo el mundo.

Además, los niveles de cesio radiactivo detectados en todas las muestras de polvo recolectadas (mediana de 14 Bq/kg) son muy inferiores a los permitidos en la mayoría de los alimentos en la Unión Europea (generalmente 1000 Bq/kg). Por otro lado, la inhalación de este polvo expone a las poblaciones a una dosis de radiación insignificante.

Mientras que la recurrencia de este tipo de eventos que llegan a Europa se ve afectada por el cambio climático actual, estos resultados son tranquilizadores desde un punto de vista sanitario. Además, este estudio destaca la oportunidad única que ofrece la ciencia participativa. De hecho, un número tan grande de muestras distribuidas espacialmente por Europa no podría haber sido recolectado únicamente por los equipos de investigación.

Referencia:
Yangjunjie Xu-Yang et al., Radioactive contamination transported to Western Europe with Saharan dust.
Sci. Adv.11,eadr9192(2025).

Fuente: CNRS INSU
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