El Telescopio Espacial James Webb (JWST) y el observatorio Chandra revelan los secretos de la Nebulosa del Cangrejo, una reliquia espectacular de una supernova histórica.
La Nebulosa del Cangrejo, observada por el telescopio espacial James Webb y el observatorio Chandra de rayos X. Crédito: X-ray, Chandra: NASA/CXC/SAO; Infrared, Webb: NASA/STScI;
Image Processing: NASA/CXC/SAO/J. Major
A 6 500 años luz en la constelación de Tauro, la Nebulosa del Cangrejo ilumina el cielo nocturno desde su explosión en supernova en 1054. Este fenómeno celeste fue observado por astrónomos de todo el mundo, y sus vestigios continúan fascinando. Las nuevas imágenes que combinan los datos del JWST y de Chandra ofrecen una vista inédita sobre esta nebulosa compleja.
La Nebulosa del Cangrejo alberga una estrella de neutrones densa, nacida de la explosión catastrófica de una estrella masiva. Este púlsar, girando sobre sí mismo a una velocidad increíble de 30 rotaciones por segundo, emite un haz de radiación similar a un faro. Las observaciones de Chandra revelan una onda de choque provocada por la intensa energía emitida por esta estrella.
La onda de choque recorre la nebulosa, midiendo 11 años luz de diámetro, transportando un conjunto complejo compuesto de partículas de materia y antimateria. Esta dinámica interna es visible en forma de un anillo brillante y chorros de partículas que emiten rayos X, capturados por los instrumentos de Chandra.
La exploración no se detiene ahí: los investigadores planean continuar monitoreando el púlsar para descubrir otros secretos de esta nebulosa emblemática.
Fuente: NASA