Cédric - Lunes 17 Febrero 2025

Nuestros antepasados devoraban el cerebro de sus enemigos 💀

En una cueva de Polonia, los investigadores han descubierto pruebas inquietantes de un canibalismo metódico practicado por grupos humanos del Magdaleniense. A diferencia de un acto de supervivencia dictado por el hambre, este consumo de carne humana parece estar relacionado con los conflictos entre grupos rivales. En particular, los cráneos de las víctimas fueron fracturados sistemáticamente, probablemente para extraer el cerebro, una fuente de nutrientes muy apreciada.

Un descubrimiento arqueológico mayor


La cueva de Maszycka, situada cerca de Cracovia, está en el centro de esta revelación. Ya explorada en el siglo XIX, este sitio arqueológico ha revelado nuevos secretos gracias a análisis modernos. En 2023, un equipo de investigadores reexaminó huesos humanos, utilizando técnicas avanzadas como la microscopía 3D para revelar los más mínimos detalles.


a, b) Daños por percusión en fragmentos de cráneo (rojo).
c, d, f, i, j, t) Marcas de descarnamiento en el cráneo (azul y amarillo).
e, u) Marcas de escalpado.
g, h) Marcas de descarnamiento en una mandíbula.
l, n) Marcas de descarnamiento en una clavícula.
o) Marcas de descarnamiento en un radio.
p, q) Marcas de descarnamiento en un fémur.
s) Marcas de descarnamiento en una fíbula.
k, r) Marcas de desarticulación en un húmero.
m) Marcas de pelado en una clavícula (verde).
La identificación de los especímenes se encuentra al lado de la escala en la parte inferior de las imágenes.


Estos restos pertenecen a al menos diez individuos – seis adultos y cuatro niños. El estudio minucioso de los huesos ha puesto en evidencia rastros de cortes y fracturas que no pueden atribuirse ni a animales carroñeros ni a accidentes post mortem. Las marcas observadas testimonian un proceso metódico: los cuerpos fueron manipulados con precisión, su carne retirada y sus huesos intencionalmente rotos.

Los indicios de un canibalismo estructurado


Entre los elementos más llamativos, los investigadores han observado cortes netos a nivel del cuero cabelludo, sugiriendo un escalpado, así como la ablación de las orejas y de la mandíbula. Numerosas fracturas han sido observadas en los huesos largos de las extremidades, un procedimiento conocido para extraer la médula ósea, una fuente preciosa de lípidos. Pero es sobre todo el estado de los cráneos lo que llama la atención: las fracturas a lo largo del cráneo parecen indicar una voluntad específica de acceder a la caja craneana para extraer el cerebro.

El carácter sistemático de estas mutilaciones sugiere que estas prácticas no se deben a una simple ejecución violenta. Se trataría más bien de un comportamiento recurrente dentro de estos grupos humanos, posiblemente integrado en sus ritos y tradiciones.

Una explicación en el contexto de la época


¿Por qué estos actos? Los investigadores descartan la hipótesis de un canibalismo de supervivencia. Las poblaciones del Magdaleniense, en plena expansión después del último período glacial, no parecen haber sufrido de hambrunas extremas. Al contrario, esta época está marcada por un aumento del número de individuos y una competencia acrecentada por los recursos.

En este contexto, la violencia intergrupal podía estar exacerbada. El hecho de consumir a los enemigos vencidos, en particular su cerebro, podría haber tenido una doble función:
- Humillar al adversario reduciéndolo a un simple alimento.
- Apropiarse simbólicamente de su fuerza o inteligencia, según creencias que podrían estar relacionadas con ritos chamánicos o animistas.

Las víctimas encontradas en la cueva de Maszycka parecen constituir una unidad familiar completa, lo que sugiere un ataque brutal donde un grupo entero fue capturado, asesinado y consumido.

¿Un fenómeno extendido en la Prehistoria?



Maszycka no es el único sitio donde se han identificado tales prácticas. En Inglaterra, en la cueva de Gough, huesos datados de la misma época presentan rastros similares de corte y transformación. Algunos cráneos incluso habían sido moldeados en copas, lo que refuerza la idea de que estos actos estaban integrados en una lógica ritual.

Estos descubrimientos cuestionan nuestra percepción de las sociedades prehistóricas. Lejos de ser solo cazadores pacíficos viviendo en armonía con la naturaleza, algunos grupos humanos estaban involucrados en conflictos violentos, donde el canibalismo jugaba un papel estratégico, simbólico y quizás incluso religioso.

Estas prácticas, aunque chocantes desde un punto de vista moderno, testimonian la complejidad de los comportamientos humanos desde la Prehistoria. Nos recuerdan que la frontera entre la guerra, la supervivencia y el ritual era a veces mucho más difusa de lo que imaginábamos.

Para ir más allá: ¿Cómo identificar marcas de corte en huesos fósiles?


Las marcas de corte en los huesos fósiles se analizan utilizando microscopios 3D. Presentan estrías paralelas con bordes netos, a menudo en V, características de herramientas de sílex. Su orientación y ubicación permiten distinguir una acción humana de una simple mordedura animal o de una alteración natural.

La experimentación con herramientas prehistóricas ayuda a comparar las marcas modernas y fósiles. Al reproducir gestos de corte en carcasas recientes, los investigadores establecen criterios precisos de reconocimiento. Este enfoque experimental confirma el uso de técnicas de carnicería específicas entre los Magdalenienses.

La distribución de las huellas en el esqueleto informa sobre las prácticas de desollamiento y consumo. Las incisiones en las articulaciones sugieren un desmembramiento metódico, mientras que las estrías en las costillas indican la extracción minuciosa de los músculos. Estos indicios permiten reconstruir los gestos y motivaciones de los grupos humanos del pasado.

Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Scientific Reports
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