Astrónomos han observado dos galaxias lejanas fuertemente distorsionadas. Esta imagen espectacular es causada por la presencia de un objeto masivo situado en primer plano: un agujero negro cuya masa, difícil de creer, equivaldría a 36 mil millones de veces la de nuestro Sol. Un peso extremo que reabre las preguntas sobre el tamaño máximo que pueden alcanzar los agujeros negros.
El "Herradura cósmica", una lente gravitacional casi perfecta.
Este coloso fue descubierto en un sistema apodado la "Herradura cósmica". Se trata de un caso raro y casi simétrico de lente gravitacional. El objeto fue observado por primera vez en 2007, pero es solo ahora cuando sus secretos más profundos comienzan a emerger.
Observar directamente este agujero negro sería ilusorio a tal distancia. Por ello, los investigadores innovaron. Combinaron los datos del espectroscopio MUSE, instalado en el Very Large Telescope en Chile, con imágenes detalladas capturadas por el telescopio espacial Hubble.
Este doble enfoque permitió analizar el movimiento de las estrellas en la galaxia anfitriona, así como la distorsión de la luz proveniente de objetos situados detrás de ella. Gracias a este método indirecto, pudieron estimar la masa del objeto central.
El resultado es asombroso: esta estructura sería la más masiva jamás medida para un agujero negro. Incluso eclipsa a los gigantes conocidos de los cúmulos de galaxias, a menudo considerados los campeones del crecimiento gravitacional.
Sin embargo, los astrónomos recuerdan que este valor sigue siendo una estimación. A estas distancias extremas, las incertidumbres persisten, y los resultados deberán ser confirmados por otras observaciones o simulaciones.
El descubrimiento sugiere que agujeros negros de este calibre no solo podrían existir, sino también ser frecuentes. No obstante, siguen estando ampliamente fuera del alcance de nuestros telescopios actuales. Esto reabre los debates sobre su formación y los mecanismos que los han alimentado a lo largo del tiempo.
Este trabajo, disponible en
arXiv, bien podría incitar a los científicos a revisitar algunos modelos de formación de galaxias masivas. Porque para albergar a tal monstruo, se necesita una cuna a su medida.
Fuente: arXiv