Cédric - Lunes 17 Noviembre 2025

🧬 Misteriosos signos de vida identificados en un entorno tan hostil como extraño

En las profundidades del Pacífico, un lodo de un azul impactante contiene pruebas de vida en condiciones consideradas hasta ahora invivibles. Esta sustancia alcalina, extraída por volcanes de lodo cerca de la fosa de las Marianas, testimonia una actividad biológica en uno de los medios más hostiles de nuestro planeta.

La exploración de estos ecosistemas extremos representa un desafío científico mayor para comprender los límites de lo vivo. Un equipo internacional, dirigido por la Universidad de Bremen, ha logrado documentar la presencia de comunidades microbianas en sedimentos con un pH excepcionalmente elevado. Sus trabajos, publicados en Communications Earth & Environment, se basan en el análisis de biomarcadores lipídicos para reconstruir las estrategias de supervivencia desplegadas por estos organismos.


Lodo azul proveniente de un volcán de lodo recientemente descubierto en un testigo de perforación. Las muestras fueron estudiadas por un equipo para descifrar las estrategias de supervivencia de los microorganismos.
Foto: SO292/2, Equipo científico de la expedición


Un ecosistema excepcional



Las muestras provienen de dos volcanes de lodo descubiertos recientemente en el antearco de las Marianas, a cerca de 3000 metros de profundidad. Su composición geológica única genera un entorno hiperalcalino con un pH que alcanza 12, comparable al del agua de cal. Esta basicidad extrema resulta de procesos de serpentinización, donde ciertas rocas reaccionan con el agua de mar para formar minerales específicos.

En este medio pobre en nutrientes orgánicos y caracterizado por una salinidad elevada, la detección de ADN microbiano resulta a menudo infructuosa debido a la baja densidad celular. Los investigadores adoptaron por tanto un enfoque alternativo dirigido a los lípidos membranarios, más estables y persistentes en el tiempo. Estas moléculas grasas constituyen testigos fiables de la actividad biológica pasada y presente.

El análisis fino de estos biomarcadores reveló la presencia simultánea de varias comunidades microbianas adaptadas a estas condiciones drásticas. La distinción entre lípidos intactos, indicando una comunidad reciente, y moléculas fósiles, que atestiguan ecosistemas fósiles, permite rastrear la historia evolutiva de estos hábitats extremos en escalas de tiempo geológicas.

Estrategias de supervivencia microbiana


Los microorganismos identificados presentan metabolismos singulares, fundamentalmente diferentes de los observados en los ecosistemas marinos convencionales. En lugar de depender de la materia orgánica proveniente de la superficie oceánica, estas comunidades obtienen su energía directamente de las rocas y los gases que contienen. Esta autonomía nutricional les permite prosperar en total independencia respecto a la fotosíntesis.

El estudio demuestra que estos microbios especializados metabolizan el sulfato y producen metano a partir del dióxido de carbono y del hidrógeno disponibles en su entorno inmediato. Estos procesos bioquímicos, aunque menos eficientes que las vías metabólicas clásicas, bastan para mantener un ecosistema funcional en condiciones de recursos limitados. La producción de metano representa además un aspecto importante del ciclo global del carbono.

La presencia de estas comunidades microbianas en un hábitat tan restrictivo confirma la capacidad de resiliencia de lo vivo. Su persistencia a pesar de la ausencia casi total de carbono orgánico disponible indica que procesos similares podrían sustentar una vida extraterrestre en condiciones ambientales comparables.

Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Communications Earth & Environment
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