Los estallidos rápidos de radio, estas señales provenientes del espacio, podrían finalmente revelar su origen. Un equipo internacional ha identificado pistas clave.
El estudio dirigido por la Universidad McGill, publicado en
Nature, analizó la polarización de un estallido rápido de radio (FRB). Los investigadores observaron variaciones angulares rápidas, típicas de los púlsares, lo que sugiere un origen cercano a una estrella de neutrones. Este descubrimiento cuestiona los modelos teóricos actuales sobre los FRB.
Los FRB liberan en unos milisegundos el equivalente a la energía solar de un día. El telescopio CHIME permitió detectar esta señal particular entre miles de otras. Este avance abre nuevas perspectivas para comprender estos fenómenos cósmicos extremos.
La polarimetría jugó un papel crucial en este descubrimiento. Las ondas de radio del FRB estaban fuertemente polarizadas, oscilando en una dirección precisa. Esta característica, combinada con la distancia de la fuente, confirma la hipótesis de un origen extragaláctico.
Un estudio complementario del MIT, también publicado en
Nature, observó un 'parpadeo' en la señal. Este fenómeno indica una fuente de tamaño reducido, compatible con el entorno magnético intenso de una estrella de neutrones. Ambos estudios convergen hacia una explicación común.
Los investigadores destacan la importancia del telescopio CHIME en este descubrimiento. Su capacidad para detectar miles de FRB diariamente permite identificar señales únicas. Estos resultados marcan un paso significativo en la comprensión de los FRB.
Los próximos pasos consistirán en estudiar otros FRB con características similares. Los científicos esperan así afinar su comprensión de los mecanismos en juego. Estas investigaciones podrían también esclarecer otros misterios cósmicos relacionados con las estrellas de neutrones.
¿Qué es un estallido rápido de radio (FRB)?
Los estallidos rápidos de radio son emisiones de radio cósmicas extremadamente breves e intensas. Con una duración de unos milisegundos, liberan tanta energía como el Sol en un día.
Descubiertos en 2007, su origen permaneció misterioso durante mucho tiempo. Los FRB pueden ser repetitivos o únicos, lo que sugiere mecanismos diferentes. Su estudio ofrece pistas sobre los entornos cósmicos extremos.
Los FRB se detectan a distancias cosmológicas, a veces a miles de millones de años luz. Su propagación a través del espacio intergaláctico permite estudiar la materia difusa entre las galaxias. Estas señales son por tanto herramientas valiosas para cartografiar el Universo.
Las últimas investigaciones apuntan hacia las estrellas de neutrones como fuentes probables. Los magnetares, un tipo de estrella de neutrones con campo magnético intenso, son particularmente sospechosos. Estos descubrimientos abren nuevas vías para comprender estos objetos extremos.
¿Cómo ayuda la polarimetría a estudiar los FRB?
La polarimetría mide la orientación de las ondas de radio emitidas. Esta técnica revela información sobre el entorno de la fuente y el mecanismo de emisión.
Las ondas de radio pueden estar polarizadas lineal o circularmente. La polarización lineal domina en los FRB, indicando un campo magnético fuerte y organizado. Estas características son típicas de las estrellas de neutrones.
Las variaciones rápidas del ángulo de polarización, observadas en este estudio, son particularmente reveladoras. Sugieren una emisión cercana a la superficie de la estrella de neutrones. Este comportamiento es similar al de los púlsares, pero con una intensidad mucho mayor.
La polarimetría permite así distinguir los FRB de otras fuentes de radio. También ofrece restricciones valiosas para los modelos teóricos. Esta técnica será crucial para los futuros estudios sobre los FRB.
Fuente: Nature