Cédric - Lunes 16 Junio 2025

🦕 ¿Y si los dinosaurios guardaran el secreto para vencer el cáncer?

El descubrimiento de tejidos blandos fosilizados en dinosaurios abre una vía inesperada para comprender la evolución de las enfermedades. Los investigadores exploran ahora estos vestigios biológicos en busca de pistas sobre el cáncer.

Un equipo internacional ha estudiado un fósil de Telmatosaurus transsylvanicus, un herbívoro del Cretácico, mediante técnicas avanzadas de microscopía. Sus resultados sugieren que las proteínas antiguas podrían revelar mecanismos biológicos comunes entre especies desaparecidas y humanos.


Imagen Wikimedia


Glóbulos rojos de 70 millones de años


El análisis con microscopio electrónico ha revelado estructuras similares a glóbulos rojos en los huesos fosilizados. Los investigadores identificaron posibles biomarcadores, incluyendo proteínas relacionadas con tumores. Estos elementos podrían explicar cómo ciertas enfermedades, como el cáncer, han atravesado las eras.

Un estudio anterior ya había detectado un tumor benigno en este mismo dinosaurio. Estos hallazgos confirman que las patologías actuales tienen sus raíces en un pasado muy remoto.

¿Dinosaurios como modelos para la medicina?



Los dinosaurios, por su tamaño y longevidad, ofrecen un terreno de estudio único para analizar la evolución de los mecanismos de defensa contra el cáncer. Sus particularidades biológicas podrían inspirar nuevos enfoques terapéuticos.

Las proteínas conservadas en huesos fosilizados permiten estudiar enfermedades sin recurrir al ADN, a menudo degradado. Este método, aún poco explotado, podría aplicarse a otras especies desaparecidas.

Los autores insisten en la importancia de preservar mejor los tejidos blandos en las colecciones paleontológicas. Estas muestras, valiosas para la ciencia, podrían revelar muchos otros secretos con los avances tecnológicos.

Para profundizar: ¿Cómo resisten las proteínas antiguas al paso del tiempo?


Las proteínas fosilizadas se conservan mejor que el ADN gracias a su estructura química estable. Los minerales de los huesos las protegen durante millones de años.

Técnicas como la espectrometría de masa permiten identificarlas pese a su degradación parcial. Estos análisis revelan similitudes con las proteínas modernas.

Algunas de estas moléculas antiguas están asociadas a enfermedades, ofreciendo una visión de su historia evolutiva. Su estudio podría ayudar a comprender el origen de ciertos cánceres.

Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Biology
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