Los agujeros negros juegan un papel crucial en la evolución de las galaxias. Según un estudio reciente publicado en la revista
Nature, pueden de hecho detener la formación de estrellas en grandes galaxias. Este fenómeno podría transformar radicalmente nuestra comprensión de cómo las galaxias dejan de "vivir".
La galaxia del Sombrero (M104) es una galaxia elíptica cercana y particularmente brillante. La banda de polvo y el halo de estrellas y cúmulos globulares le han dado su nombre.
Eventos muy energéticos ocurren en el centro de esta galaxia y producen numerosos rayos X. Esta fuerte emisión en rayos X y la velocidad anormalmente elevada de las estrellas cerca de su centro hacen que muchos astrónomos supongan que un agujero negro se encuentra en el centro de esta galaxia. Un agujero negro que pesa mil millones de veces la masa del sol.
Imagen: NASA/ESA and The Hubble Heritage Team (STScI/AURA) Los científicos, gracias al Telescopio Espacial James Webb (JWST), han descubierto que los vientos galácticos, esencialmente constituidos de gas neutro, son un componente clave de este proceso. Antes de este estudio, los investigadores solo podían observar el gas ionizado, lo cual era insuficiente para entender bien toda la dinámica en juego. Es la primera vez que se observa directamente el gas neutro, más frío.
La Dra. Rebecca Davies y su equipo en la Universidad de Tecnología de Swinburne estudiaron una galaxia muy lejana de nosotros, cuya luz tomó más de 10 mil millones de años para alcanzar la Tierra. Observaron que el agujero negro supermasivo en el centro de esta galaxia expulsaba gas tan rápidamente que impedía que se colapsara en estrellas, lo cual ralentizaba o incluso detenía por completo la creación de nuevas estrellas.
Cuando una galaxia deja de formar estrellas, se dice que está "extinta". Este paso de un estado a otro es crucial para entender cómo una galaxia evoluciona de dinámica a estática.
Las observaciones del JWST han mostrado que los gases eyectados por los agujeros negros son mucho más importantes de lo que se pensaba, ya que el telescopio puede detectar muchos más de estos flujos que los instrumentos anteriores.
Este trabajo abre nuevas perspectivas en la comprensión de las galaxias y anuncia otros descubrimientos futuros.
Fuente: Nature