Descubierto bajo dos piedras masivas, el esqueleto perfectamente conservado de un niño de aproximadamente un año y medio intriga a los investigadores. La región templada del sur de Italia ofrecía a los seres humanos un raro refugio climático hace 17 000 años.
a) Posición de la Grotta delle Mura en la península italiana (fuente: NASA Visible Earth, créditos a Jacques Descloitres, MODIS Rapid Response Team, NASA/GSFC).
b) Estratigrafía y secuencia cultural completa del sitio, con la ubicación del niño en la estratigrafía.
c) Fotografía del niño durante la excavación (foto por Mauro Calattini).
Exámenes científicos revelaron que el niño atravesó graves dificultades de salud. Sus dientes muestran marcas de deficiencia, sugiriendo una vida corta marcada por enfermedades y una dieta precaria. El análisis revela que la madre, probablemente en mal estado de salud, se había quedado en la región. En esta población nómada, este sedentarismo podría estar relacionado con limitaciones de movilidad o un embarazo difícil.
Un elemento notable en los análisis de ADN también fue encontrado, relacionado con mutaciones en dos genes esenciales, que podrían causar una miocardiopatía hipertrófica. Esta patología afecta el grosor de las paredes del corazón, limitando su eficacia.
Estas complicaciones podrían haber afectado al niño desde su nacimiento e incluso antes. Este descubrimiento arroja luz sobre las condiciones de vida y las pruebas que enfrentaron los primeros habitantes de Europa. Este bebé pertenecía a un grupo de cazadores-recolectores llamado Villabruna, característico de los pueblos glaciares de Italia. Estas comunidades eran pequeñas, lo que favorecía la consanguinidad; sus padres probablemente eran primos hermanos.
Esta sepultura es testimonio del cuidado con el que los antiguos trataban a sus difuntos, incluso a los más jóvenes. Este gesto subraya la complejidad de su estructura social y sus prácticas funerarias.
¿Qué es el grupo Villabruna?
El grupo Villabruna se refiere a una antigua población de cazadores-recolectores que vivió en el sur de Europa después de la última glaciación, entre 19 000 y 14 000 años antes de nuestra era. Descubiertos en la región italiana de Villabruna, estos individuos han revelado rasgos genéticos distintivos, mezclando orígenes europeos y asiáticos.
Los análisis de ADN muestran que el grupo Villabruna marcó una nueva línea en Europa, con una influencia genética significativa en las poblaciones modernas europeas. Este grupo presenta adaptaciones a las condiciones postglaciales y una genética que muestra resistencia en ambientes extremos, probablemente a través de pequeñas comunidades aisladas.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Nature Communications