Observaciones del telescopio espacial James Webb (JWST) de la NASA acaban de revelar el papel crucial de las galaxias de baja masa en el fenómeno de reionización del Universo en las primeras edades cósmicas. Este descubrimiento cuestiona las teorías existentes sobre la evolución del Universo.
El Universo primordial era una niebla densa y caliente, compuesta casi enteramente por núcleos de hidrógeno y helio. Con el tiempo, esta niebla comenzó a disiparse, permitiendo la formación de las primeras estrellas y galaxias.
Estos cuerpos celestes emitieron fotones de muy alta energía, ionizando el hidrógeno neutro y marcando el comienzo de la reionización del Universo. Este periodo, que se extiende desde 500 hasta 900 millones de años después del Big Bang, transformó el Universo en un espacio donde la luz podía propagarse libremente.
Los científicos han descubierto que las galaxias de baja masa, formadas poco después del Big Bang, desempeñaron un papel determinante en este proceso de reionización.
Estas galaxias eran tan numerosas y su radiación ionizante tan intensa que contribuyeron significativamente a la disipación de la "niebla" cósmica inicial. Los datos del JWST, combinados con el efecto de lente gravitacional del grupo de galaxias Abell 2744, han permitido identificar estas galaxias ultra-débiles como actores clave en la reionización.
Las imágenes de campo profundo del telescopio espacial James Webb han ofrecido los primeros vistazos de galaxias ultra-débiles, identificadas como fuertes candidatas para haber detonado la reionización del Universo.
Crédito: Hakim Atek/Sorbonne University/JWST
El estudio, publicado en la revista
Nature, demostró que las pequeñas galaxias eran aproximadamente cien veces más numerosas que las grandes galaxias en esa época. Además, estas galaxias producían una cantidad de fotones ionizantes mucho mayor a los valores comúnmente aceptados para las galaxias lejanas, lo que sugiere que desempeñaron un papel dominante en el proceso de reionización.
El equipo de investigadores, incluyendo astrofísicos de Penn State, también enfatizó la importancia de continuar estas observaciones a mayor escala para confirmar que las galaxias observadas representan bien una distribución media en el Universo.
Estos trabajos no solo podrían arrojar más luz sobre el proceso de reionización, sino también ofrecer datos sobre la formación de las primeras estrellas y la evolución de las galaxias desde el gas primordial hasta el Universo tal como lo conocemos hoy.
Fuente: Nature