Para combatir el calentamiento global, la captura directa de dióxido de carbono (CO
2) de la atmósfera se ha convertido en una prioridad. Sin embargo, debido a su baja concentración en el aire (alrededor del 0,04 %), separar el CO
2 es una tarea compleja y que consume mucha energía.
En este contexto, un equipo de investigadores de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, ha desarrollado una nueva membrana capaz de capturar CO
2 utilizando simplemente las diferencias de humedad, un avance que podría transformar los métodos actuales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
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Esta membrana innovadora funciona de manera similar a una rueda de agua en un molino. En lugar de usar la gravedad para moler, la membrana aprovecha las variaciones de humedad para extraer el CO
2 del aire. Cuando la humedad es mayor en el lado de salida de la membrana, esta atrae naturalmente el CO
2 hacia ese flujo. Según el Dr. Greg A. Mutch, miembro de la Royal Academy of Engineering en la Universidad de Newcastle, esta membrana sintética es la primera capaz de aumentar la concentración de CO
2 sin utilizar una energía tradicional como el calor o la presión.
Dos grandes desafíos de la captura directa del aire se abordan así. En primer lugar, la eficiencia energética: al usar las diferencias de humedad como motor, la membrana evita los altos costes energéticos generalmente necesarios. En segundo lugar, la velocidad de reacción: la presencia de agua acelera el transporte del CO
2 a través de la membrana, solventando así la lentitud de los procesos de separación de componentes en baja concentración.
La captura directa del CO
2 es esencial para alcanzar los objetivos climáticos, como limitar el calentamiento a 1,5 °C, establecido por el Acuerdo de París. El Profesor Ian Metcalfe, investigador principal, destaca que la separación de componentes diluidos es particularmente difícil debido a la baja concentración y las reacciones químicas lentas. Esta nueva membrana podría permitir una aplicación más eficaz y generalizada de la captura directa de CO
2.
Las implicaciones de esta tecnología van más allá de la simple reducción de emisiones. También podría desempeñar un papel clave en una economía circular, donde el CO
2 capturado podría reutilizarse como materia prima para la producción de hidrocarburos, en un ciclo neutral o incluso negativo en carbono.
a. En las membranas biológicas, el transporte es generalmente pasivo, siguiendo un gradiente de concentración. Sin embargo, en el transporte activo, el transporte contra un gradiente de concentración es posible gracias a un acoplamiento con un transporte descendente de otra especie.
b. Reconstrucción 3D de una membrana sintética en sal fundida sostenida por un soporte de alúmina, utilizando una diferencia de humedad para bombear el CO2 contra su gradiente de concentración.
Sin embargo, para una adopción a gran escala, se necesita más investigación, especialmente para reducir la temperatura de funcionamiento de la membrana, que actualmente es de más de 400 °C. Este trabajo del equipo de la Universidad de Newcastle, publicado en
Nature Energy, marca un avance significativo en el campo de la captura directa de CO
2, abriendo el camino a soluciones más sostenibles y eficaces para reducir los niveles de CO
2 atmosférico.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Nature Energy