Un árbol milenario, olvidado durante siglos, resurge desde los desiertos de Israel. Podría revelar propiedades medicinales insospechadas. Sus orígenes siguen siendo un misterio y su futuro apasiona a los científicos.
Bajo el nombre de "Sheba", este árbol, resucitado de una semilla milenaria, atrae la atención de los investigadores. ¿Forma parte de una especie extinta mencionada en textos bíblicos? Las respuestas se están delineando poco a poco.
(a) semilla antigua antes de la plantación
(b) semilla en desarrollo a las 5 semanas mostrando el epicótilo y los cotiledones en desarrollo cubiertos por el tegumento de la semilla
(c) plántula (6 meses)
(d) corteza que se desprende (12 años)
(e) hojas mostrando pelos finos (12 años)
(f) árbol maduro (12 años).
Descubierto en una cueva del desierto de Judea a finales de los años 1980, este ejemplar fue plantado en 2010 y ha crecido en un ambiente controlado. Su desarrollo lento permite ahora a los investigadores analizar en detalle sus características biológicas. Gracias a técnicas de análisis de ADN y químicas, el equipo ha podido clasificar el árbol en el género
Commiphora, familia de la mirra. Sin embargo, sus vínculos con especies existentes siguen siendo inciertos mientras no haya producido flores.
Originalmente asociado con el "bálsamo de Judá" mencionado en la Biblia,
Sheba sorprendió por la ausencia de compuestos aromáticos, lo que llevó a descartar esta primera hipótesis. Sin embargo, los científicos identificaron moléculas con propiedades medicinales, lo que sugiere otra hipótesis.
Se cree que el árbol podría ser responsable del "tsori", una resina citada en la Biblia, a la que se le atribuyen propiedades curativas. Varios textos religiosos mencionan esta sustancia sin revelar por completo sus orígenes exactos.
El equipo ha destacado la presencia de triterpenoides pentacíclicos y escualeno en sus hojas y resinas. Los triterpenoides pentacíclicos, que forman parte de una amplia clase de compuestos orgánicos, son conocidos por sus múltiples propiedades terapéuticas. Además de su actividad antiinflamatoria, han mostrado un potencial anticancerígeno al inhibir el crecimiento de células tumorales en algunos estudios. Además, estos compuestos suelen estar asociados con efectos protectores sobre el hígado y la reducción de riesgos de enfermedades cardiovasculares.
El escualeno, por su parte, es un hidrocarburo natural que se encuentra en diversos organismos, como en aceites de pescado y ciertas plantas. Famoso por sus propiedades antioxidantes, ayuda a neutralizar los radicales libres, contribuyendo así a la protección celular contra el estrés oxidativo.
Además, el escualeno se utiliza a menudo en formulaciones cosméticas por sus efectos hidratantes y calmantes sobre la piel. Por lo tanto, estos dos tipos de compuestos presentes en el árbol
Sheba podrían desempeñar un papel importante no solo en la medicina tradicional, sino también en el desarrollo de nuevos tratamientos y productos de salud.
Este descubrimiento abre la puerta a más investigaciones, tanto sobre los efectos medicinales de
Sheba como sobre su historia. La relación entre este árbol y los relatos antiguos podría aclararse pronto.
¿Qué es el tsori bíblico?
El
tsori es una resina mencionada en varias ocasiones en textos bíblicos. A menudo traducido como "bálsamo", este producto natural está asociado principalmente a propiedades medicinales. En el Génesis, el Libro de Jeremías y el de Ezequiel, se describe como un remedio valioso.
Aunque su origen exacto sigue sin estar claro, la región de Galaad, al este del Jordán, se menciona con frecuencia. Esta sustancia rara era muy apreciada por sus propiedades curativas. No obstante, ninguna planta específica ha sido claramente identificada como fuente del
tsori hasta la fecha.
Investigaciones recientes, incluido el estudio del árbol
Sheba, han avanzado la hipótesis de que este árbol podría estar relacionado con el
tsori. La presencia de compuestos antiinflamatorios y anticancerígenos refuerza esta idea.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Communications Biology