En el árido desierto del norte de Arabia Saudita, un equipo internacional de arqueólogos, liderado por investigadores del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Francia y de la comisión arqueológica saudí, ha descubierto una impresionante fortificación que rodea el oasis de Khaybar. Este hallazgo confirma la presencia humana en la región desde hace milenios.
Reconstrucción de la vista norte del oasis fortificado de Khaybar hacia el año 2000 antes de nuestra era. A la espera de los resultados definitivos de los análisis arqueobotánicos, la cubierta vegetal en esta fase se basa en las especies identificadas (acacia, tamarisco, amaranto, cereales).
© Khaybar LDAP, M. Bussy & G. Charloux.
El oasis de Khaybar, lugar ya cargado de significado religioso e histórico, se revela hoy como el emplazamiento de una de las mayores fortificaciones de la edad de bronce en Arabia Saudita. Las excavaciones han mostrado que las murallas, que en el pasado se extendían por 14,5 km, tenían una espesor de entre 1,7 y 2,4 metros y podían alcanzar hasta 5 metros de altura. La fortificación rodeaba una zona de aproximadamente 1.100 hectáreas, un alcance notable para la época.
Datada entre los años 2250 y 1950 antes de nuestra era, esta estructura gigantesca es testimonio de la sofisticación social y arquitectónica de las sociedades de aquel tiempo. Los análisis de radiocarbono realizados en las muestras obtenidas sugieren que estas murallas se construyeron en un contexto donde era común la creación de grandes oasis fortificados en el noroeste de Arabia.
Ubicación de las muestras en el muro KH00905 (plano de ortofotografía y secciones).
© Khaybar LDAP, G. Charloux, F. Guermont y K. Guadagnini.
El reciente estudio publicado en el Journal of Archaeological Science destaca la complejidad de estas estructuras. De hecho, los muros de Khaybar no solo servían para defensa, sino también para delimitar el territorio y proteger a las poblaciones sedentarias que vivían dentro del oasis. Este yacimiento forma parte de una red más amplia de oasis fortificados en la región, incluyendo la ciudad fortificada de Tayma, con sus muros de aproximadamente 19 kilómetros de longitud.
Hoy en día, aunque solo se conservan partes de las murallas y 74 bastiones, el descubrimiento de esta enorme fortificación ofrece una nueva perspectiva sobre la ocupación humana de esta parte del mundo y plantea preguntas fascinantes sobre las interacciones entre estas antiguas sociedades.
El hallazgo de Khaybar, con sus restos de una civilización preislámica, se suma a la rica historia religiosa y cultural de la región. Da testimonio de la habilidad de los pueblos antiguos para adaptarse y prosperar en entornos difíciles, como el desierto árido de Arabia. La presencia de tal fortificación alrededor de un oasis demuestra además la importancia del agua y las tierras fértiles para las comunidades antiguas.
Mapa de los grupos "murallas" y en particular del muro perimetral exterior en rojo (Gr.C), con datación de los resultados de sondeos, en el oasis de Khaybar.
© Khaybar LDAP, G. Charloux.
Este importante descubrimiento arqueológico no solo avanza en nuestra comprensión de la historia de Arabia Saudita, sino que también arroja nueva luz sobre la complejidad de las sociedades humanas de la edad de bronce. Ofrece una visión fascinante de los desafíos, estrategias y logros de los antiguos pueblos de esta región.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Journal of Archaeological Science: Reports