El manto marciano actual alberga una multitud de fragmentos heterogéneos de tamaños kilométricos.
Estas heterogeneidades serían el resultado de procesos de diferenciación de más de 4 mil millones de años de antigüedad, y han sido reveladas gracias a los datos del módulo de aterrizaje InSight de la NASA y su sismómetro SEIS, diseñado en Francia bajo la responsabilidad científica del Instituto de Física del Globo de París (IPGP, Universidad de París Cité/CNRS) con el apoyo del CNES y de socios europeos.
Representación de la evolución de Marte desde un violento impacto ocurrido hace más de 4 mil millones de años hasta el planeta que conocemos hoy.
@vadimsadovski / Imperial College London
Fragmentos heterogéneos antiguos distribuidos bajo la superficie
Al estudiar ocho sismos marcianos de alta frecuencia, los investigadores han puesto de manifiesto anomalías en la propagación de ondas sísmicas anormalmente lentas, revelando la presencia de heterogeneidades de 1 a 4 km dentro del manto que "frenan" la propagación de ondas sísmicas al contacto con estos fragmentos kilométricos.
Al remontarse en el tiempo, los investigadores han concluido que estas homogeneidades, cuyo tamaño se ha reducido progresivamente a lo largo del tiempo, provendrían de procesos muy antiguos posiblemente relacionados con asteroides que colisionaron con Marte en los albores del Sistema Solar.
Al impactar la superficie del planeta, estos asteroides pudieron generar océanos de magma cuya solidificación habría creado heterogeneidades de composición. Estos impactos también habrían arrastrado consigo fragmentos antiguos de corteza y litosfera hacia el manto profundo.
En la Tierra, la tectónica de placas recicla continuamente la corteza oceánica y la litosfera, que se mezclan progresivamente con otras heterogeneidades antiguas por convección. En Marte, donde por el contrario la tectónica de placas está ausente y la convección del manto es menos vigorosa, este reciclaje permanente no puede tener lugar, y la mezcla es menos eficaz. El hecho de que estas estructuras finas hayan podido sobrevivir y sean aún visibles hoy demuestra que Marte no ha experimentado la misma evolución que nuestro planeta.
"Nunca habíamos observado el interior de un planeta con tal nivel de detalle", explica Constantinos Charalambous (Imperial College). "El manto de Marte está sembrado de fragmentos antiguos, cuya preservación atestigua la evolución lenta y poco vigorosa del planeta rojo."
"La supervivencia de estos fragmentos tras varios miles de millones de años de mezcla convectiva también aporta información valiosa sobre la reología del manto marciano.", precisa Henri Samuel, investigador del CNRS (IPGP/UPC) y coautor del estudio. "El manto marciano sería más rígido que el de la Tierra, limitando así la deformación y la mezcla de las heterogeneidades antiguas."
"Estos resultados confirman que Marte conserva una memoria geológica única, mientras que la Tierra, por su tectónica activa, ha borrado las huellas similares de su pasado", añade Thomas Pike (Imperial College), coautor del estudio.
Fuente: IPGP