Adrien - Jueves 7 Agosto 2025

⏳ Estos edulcorantes acelerarían la pubertad

Algunos edulcorantes presentes en nuestra alimentación diaria podrían influir en el momento en que los niños entran en la pubertad. Un estudio reciente arroja luz sobre esta relación, especialmente en niños con predisposición genética.

El estudio, presentado en el congreso anual de la Endocrine Society, revela una correlación entre el consumo de aspartamo, sucralosa, glicirricina y azúcares añadidos con el inicio temprano de la pubertad. Los adolescentes que consumen estas sustancias en grandes cantidades presentan un mayor riesgo, especialmente si portan rasgos genéticos específicos.


Imagen ilustrativa Pixabay

La pubertad precoz central, caracterizada por una activación prematura de los mecanismos cerebrales relacionados con la pubertad, se observa cada vez más. Esta condición puede provocar complicaciones como dificultades emocionales, una estatura adulta reducida y mayores riesgos para la salud metabólica y reproductiva.


Investigaciones previas del Dr. Yang-Ching Chen han demostrado que ciertos edulcorantes afectan directamente las hormonas y el microbioma intestinal, vinculados al desarrollo puberal. Por ejemplo, el acesulfamo potásico puede estimular la liberación de hormonas puberales al activar los receptores del gusto dulce en el cerebro.

El estudio TPLS, que incluyó a 1.407 adolescentes, utilizó cuestionarios y análisis de orina para evaluar el consumo de edulcorantes. Los resultados indican diferencias según el sexo, con un mayor riesgo en niños que consumen sucralosa y en niñas que consumen glicirricina, sucralosa y azúcares añadidos.

Estos hallazgos podrían influir en futuras recomendaciones dietéticas y herramientas de evaluación de riesgos para niños, con el fin de promover un desarrollo más saludable. El Dr. Chen destaca la importancia de estos resultados para las familias, pediatras y autoridades de salud pública.

¿Cuáles son las consecuencias a largo plazo de la pubertad precoz?


La pubertad precoz puede tener repercusiones significativas en la salud física y mental. Entre las complicaciones potenciales, se incluyen un mayor riesgo de problemas metabólicos como obesidad y diabetes tipo 2.

En el ámbito emocional, los niños afectados pueden enfrentar dificultades de adaptación social y escolar. La discrepancia entre su desarrollo físico y su madurez emocional puede generar estrés y ansiedad.

Finalmente, la pubertad precoz puede afectar el crecimiento, llevando a una estatura adulta reducida. Esto se debe al cierre prematuro de las placas de crecimiento de los huesos, bajo el efecto de las hormonas sexuales.

Fuente: Endocrine Society
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