La presión aumenta en las profundidades del Pacífico Noreste. El volcán Axial Seamount muestra una agitación sísmica muy elevada y en aumento desde hace varios meses.
Esta actividad moviliza a la comunidad científica internacional. El sitio, equipado con instrumentos de última generación, ofrece una ventana única a las dinámicas volcánicas submarinas y los ecosistemas extremos asociados. Los investigadores monitorean de cerca la inflación de su cámara magmática, un indicador clave para intentar predecir su próximo despertar.
Representación de la batimetría del monte submarino Axial (cumbre en amarillo en el centro) y sus alrededores (escala vertical exagerada).
Imagen NOAA.
Un observatorio único de los fondos marinos
El Axial Seamount cuenta con una vigilancia continua y sin precedentes. Una red de fibra óptica conecta directamente el volcán con la costa de Oregón en Estados Unidos. Este cable alimenta una multitud de sensores colocados en el lecho oceánico.
Este observatorio proporciona datos en tiempo real sobre la deformación del suelo y la actividad sísmica. La revista
IFLScience informa sobre la particularidad de esta instalación permanente. Permite un estudio detallado de los procesos en juego antes de una erupción.
Un laboratorio natural para el origen de la vida
Las fuentes hidrotermales del volcán interesan especialmente a los biólogos. Estas chimeneas liberan fluidos calientes y ricos en minerales, creando oasis de vida en medio abisal. El sitio constituye un modelo para estudiar la adaptación de los seres vivos a condiciones extremas.
Según los trabajos citados por
IFLScience, estos entornos podrían esclarecer las primeras formas de vida terrestre. Los microorganismos termófilos utilizan la energía química de los fluidos para prosperar. Su metabolismo se basa en compuestos como el azufre o el hierro.
La próxima erupción ofrecerá una ocasión rara de observar la recolonización tras una perturbación mayor. Los científicos estudiarán la resiliencia de estos ecosistemas microbianos únicos. Estas observaciones también podrían informar sobre los impactos de las potenciales perturbaciones antropogénicas (causadas por el ser humano).
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Oregon State University