¿Podría la nutrición desempeñar un papel en la lucha contra el cáncer de sangre? Un estudio reciente destaca el impacto de un régimen rico en fibras en la progresión del mieloma múltiple, un cáncer incurable de la médula ósea. Si bien se están desarrollando tratamientos específicos, un cambio alimenticio simple podría resultar prometedor.
El mieloma múltiple, el cáncer de sangre más común después de los linfomas, generalmente progresa a partir de trastornos precancerosos. Investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center estudiaron el efecto de un régimen alimenticio específico en pacientes en riesgo, portadores de trastornos sanguíneos precancerosos. Según los resultados presentados durante el congreso 2024 de la American Society of Hematology, dicho régimen podría frenar la evolución de la enfermedad.
El estudio incluyó a 20 individuos con un índice de masa corporal elevado y trastornos sanguíneos precancerosos. Durante 12 semanas, los participantes siguieron un régimen vegetal rico en fibras que incluía frutas, verduras, legumbres, nueces y cereales integrales. Este enfoque fue complementado con un seguimiento nutricional durante 24 semanas.
Los resultados son alentadores: dos pacientes cuya enfermedad estaba en progreso antes del estudio vieron ralentizada su evolución. Un año después, ninguno de los participantes desarrolló mieloma múltiple. En promedio, los sujetos perdieron un 8 % de su peso corporal tras 12 semanas. La Dra. Urvi Shah, quien lideró el estudio, destacó los efectos beneficiosos de este régimen sobre el microbioma y el metabolismo, lo que fortalece el sistema inmunológico.
Además de los efectos inmediatos sobre la salud de los participantes, este estudio pone de relieve factores clave de la enfermedad. El mieloma múltiple suele ser precedido por anomalías en los plasmocitos, células del sistema inmunitario. Una mala alimentación, el sobrepeso o un bajo consumo de vegetales aumentan el riesgo de desarrollar este cáncer. El régimen estudiado, rico en fibras y vegetales, parece revertir esta tendencia.
Los investigadores también realizaron un estudio paralelo en ratones con mieloma latente. Los resultados nuevamente fueron positivos: el 56 % de los ratones alimentados con una dieta rica en fibras desarrollaron la enfermedad en comparación con el 100 % del grupo de control.
Con base en estos resultados, se ha lanzado un nuevo segmento del estudio, esta vez con 150 participantes. El objetivo es profundizar en estos hallazgos y confirmar los efectos de un régimen alimenticio específico sobre la progresión del cáncer de sangre. Si estas investigaciones son concluyentes, podrían abrir el camino hacia una estrategia preventiva innovadora.
Así, este programa nutricional podría constituir una alternativa no invasiva para ralentizar la progresión del mieloma múltiple. Si la alimentación llegara a desempeñar un papel central en la prevención, se sumaría a los tratamientos médicos tradicionales, ofreciendo una nueva perspectiva en la lucha contra este formidable cáncer.
Estos avances ofrecen una visión novedosa de los tratamientos del mieloma, al mostrar la importancia de la alimentación en la gestión de la enfermedad. Ensayos clínicos futuros podrían validar este enfoque nutricional y ampliar su aplicación a otros tipos de cáncer.
Los investigadores destacan que, de confirmarse esta estrategia, podría convertirse en un pilar en el manejo de los pacientes, complementando los tratamientos existentes. La prevención a través de la nutrición podría transformar la forma en que abordamos esta enfermedad.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: American Society of Hematology