El camembert, este queso emblemático de la gastronomía francesa, podría reservar una gran sorpresa. Según un estudio, sus compuestos fermentados tendrían efectos beneficiosos sobre la memoria y las funciones cognitivas.
Este descubrimiento, publicado en
Neuroscience Research, arroja luz sobre el papel del
Penicillium camemberti, un hongo responsable de la fermentación del queso. Este proceso produce compuestos raros, como el miristamida, que parecen estimular las proteínas esenciales para el buen funcionamiento del cerebro. Una pista prometedora para comprender cómo la alimentación puede influir en la salud cognitiva.
El secreto del camembert: una fermentación única
El camembert se distingue por su fermentación, orquestada por el
Penicillium camemberti. Este hongo produce amidas de ácidos grasos, como el miristamida, un compuesto raro en otros quesos. Estas moléculas desempeñarían un papel clave en la estimulación de los factores neurotróficos, proteínas esenciales para el crecimiento y la reparación de las células cerebrales.
Estudios anteriores ya habían sugerido que los productos lácteos fermentados podrían tener efectos protectores sobre el cerebro. El camembert, con sus compuestos específicos, podría posicionarse así como un alimento con virtudes cognitivas insospechadas.
Pruebas concluyentes en ratones
Para evaluar estos efectos, investigadores realizaron experimentos en ratones machos, divididos en varios grupos. Cada grupo siguió una dieta específica durante una semana, incluyendo camembert, miristamida u otros compuestos similares. Luego, los científicos utilizaron dos pruebas conductuales para medir las capacidades cognitivas de los roedores: la prueba de reconocimiento de objetos (ORT) y la prueba de localización de objetos (OLT).
En la prueba de reconocimiento de objetos (ORT), los ratones fueron colocados en un espacio con dos objetos idénticos. Después de un período de habituación, uno de los objetos fue reemplazado por un objeto nuevo. Los investigadores midieron el tiempo que los ratones pasaron explorando el objeto desconocido, un indicador clave de su memoria de reconocimiento.
La prueba de localización de objetos (OLT) evaluó la memoria espacial. Un objeto familiar fue desplazado en el espacio, y los científicos observaron si los ratones pasaban más tiempo explorando el objeto en su nueva posición. Estos dos protocolos, cuidadosamente calibrados, revelaron mejoras significativas en las funciones cognitivas de los ratones alimentados con camembert o miristamida.
Perspectivas prometedoras para los humanos
Aunque estos resultados son alentadores, aún deben confirmarse en humanos. Investigaciones anteriores ya han establecido un vínculo entre el consumo de camembert y beneficios cognitivos en personas mayores. Sin embargo, se necesitan más estudios para comprender cómo actúan estos compuestos en el cerebro humano.
El miristamida, en particular, parece estimular la producción de BDNF, una proteína esencial para la neurogénesis. Este descubrimiento abre el camino a nuevos enfoques alimentarios para preservar la salud cognitiva, especialmente en poblaciones envejecidas.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Neuroscience Research