Las playas de la cuenca mediterránea están experimentando una transformación inesperada. Una especie microscópica,
Amphistegina lobifera, contribuye a la formación de la arena y altera el equilibrio natural de las costas.
Estos organismos unicelulares, prolíficos en aguas cálidas, crean playas al acumular sus esqueletos calcáreos. Un fenómeno sorprendente que ahora atrae la atención de los investigadores.
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De origen tropical,
A. lobifera atravesó el canal de Suez hace varias décadas. Esta migración, que inicialmente preocupaba por su potencial invasivo, ha tomado un giro inesperado. Lo que antes eran playas rocosas del Mediterráneo oriental hoy están cubiertas por una arena singular.
En Turquía, esta arena, formada por esqueletos calcáreos, atrae a los turistas. Se trata de una mezcla de otros conchales y restos de
foraminíferos. Esta situación representa una oportunidad para la industria turística local.
Las investigaciones dirigidas por Pamela Hallock, oceanógrafa estadounidense, revelan que la formación de estas playas sigue un ritmo comparable al del ascenso del nivel del mar. Las aguas cálidas y la alta alcalinidad aceleran el metabolismo de estos organismos.
Sin embargo, esta situación plantea preguntas ecológicas. Estos
foraminíferos están retornando a aguas donde vivían sus ancestros hace milenios. Su presencia podría considerarse un regreso a sus orígenes, pero también podría desestabilizar los ecosistemas actuales.
La influencia humana sobre el medio ambiente parece favorecer el desarrollo de estas especies. Los científicos se preguntan sobre los impactos a largo plazo de este fenómeno. ¿Podría interpretarse como un efecto positivo del cambio climático?
Esta reflexión compleja pone de relieve el vínculo entre las actividades humanas y las dinámicas de los ecosistemas marinos. Se requerirán investigaciones más profundas para evaluar los impactos ecológicos a largo plazo.
¿Qué es un foraminífero?
Los foraminíferos, o "forams", son organismos unicelulares marinos. A pesar de su tamaño microscópico, estas criaturas desempeñan un papel importante en los ecosistemas. Poseen un esqueleto externo formado principalmente por carbonato de calcio, que, una vez muertos, se acumula en el fondo marino.
Estos organismos ayudan a formar la arena de las playas, particularmente en zonas como el Mediterráneo oriental. Su esqueleto calcáreo se descompone en partículas finas, contribuyendo al aspecto y la textura de la arena, algo esencial para la atracción turística de las playas. También reflejan las condiciones ambientales.
Los foraminíferos son excelentes indicadores de la salud de los océanos. Al estudiar sus poblaciones, los científicos pueden detectar cambios en la química del océano, la temperatura y la contaminación. Su presencia o ausencia permite así comprender mejor la evolución de los entornos marinos.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Journal of Foraminiferal Research