Cédric - Sábado 13 Diciembre 2025

🔄 Este filtro, inspirado en las sardinas, captura el 99% de los microplásticos de una lavadora

La naturaleza podría tener la clave para limpiar el agua sucia de nuestras lavadoras. Los investigadores se han vuelto hacia los peces, cuyo sistema de filtración se ha perfeccionado durante millones de años, para diseñar un dispositivo simple. Su objetivo es capturar las minúsculas fibras de plástico que nuestras prendas liberan en cada lavado, antes de que contaminen ríos y suelos.

Estas partículas, denominadas microplásticos, representan un problema ambiental de gran envergadura. Cada año, un hogar de cuatro personas libera hasta medio kilogramo de estas fibras a través de su lavadora. Las estaciones depuradoras no las eliminan todas, y muchas terminan en los campos a través de los fertilizantes. Encontrar una manera de interceptarlas en la fuente, en el propio electrodoméstico, aparece por tanto como una vía necesaria.


En el interior de la boca de esta anchoa, las partículas de plancton son capturadas por el sistema de los arcos branquiales.
© Foto: Jens Hamann


Un modelo probado por la evolución



Algunos peces, como las sardinas o las anchoas, se alimentan filtrando agua de mar. Nadan con la boca abierta y retienen el plancton gracias a un ingenioso sistema situado en sus branquias. Este sistema funciona como un embudo cuyas paredes están recubiertas de finos dientes, formando un tamiz natural. El agua atraviesa este tamiz y sale por las agallas, mientras que el alimento es capturado.

La ventaja principal de este sistema es que nunca se obstruye. Gracias a la forma inclinada del embudo, las partículas de plancton se deslizan a lo largo de las paredes hacia el estómago del pez, que las traga. Esta limpieza permanente asegura una filtración eficaz y continua, una ventaja que los filtros clásicos para lavadoras no poseen.

Los científicos de la Universidad de Bonn, cuyos trabajos están publicados en npj Emerging Contaminants, han estudiado este mecanismo con atención. Han reproducido la forma de embudo y la textura del tamiz branquial con materiales sintéticos. Ajustando la finura de las mallas y el ángulo de la pendiente, han adaptado este modelo natural para apuntar específicamente a las fibras plásticas microscópicas.

Un filtro eficaz y simple para nuestras lavadoras


Las pruebas en laboratorio del prototipo han dado resultados muy prometedores. El filtro biomimético ha capturado más del 99% de los microplásticos presentes en el agua de lavado simulada. Este alto rendimiento se explica por el diseño mismo del filtro, que guía las fibras a lo largo de su superficie en lugar de bloquearlas de frente, evitando así la obstrucción rápida.

El dispositivo es de una simplicidad voluntaria. No contiene piezas mecánicas complejas o móviles, lo que hace vislumbrar un coste de fabricación bajo y una gran fiabilidad. Las fibras capturadas son recolectadas en un solo punto, donde podrían ser compactadas en una pequeña pastilla sólida a medida de los ciclos de lavado.

Según los investigadores, el mantenimiento sería mínimo. El usuario solo tendría que retirar esta pastilla de desechos plásticos cada uno o dos meses para tirarla con la basura doméstica. Esta innovación, ya en curso de patente, abre el camino a una posible integración en las futuras generaciones de lavadoras, contribuyendo a reducir significativamente esta fuente de contaminación.

Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: npj Emerging Contaminants
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