Cédric - Lunes 14 Octubre 2024

Este extraño barco volador podría transformar el transporte marítimo

El Sea Cheetah, un barco volador de hidrógeno, promete viajes rápidos sin emisiones de carbono. Su concepto se basa en el efecto suelo, una tecnología que podría revolucionar el sector.

La startup Sea Cheetah, con sede en Miami, trabaja en el diseño de este vehículo. El aparato, capaz de transportar pasajeros o carga, será impulsado por motores eléctricos alimentados por hidrógeno, producido localmente en plataformas H2Hub.


El efecto suelo, aprovechado por el aparato, crea una sustentación adicional al volar a baja altitud sobre el agua. Esta tecnología permitiría aumentar considerablemente la autonomía del vehículo, al mismo tiempo que reduce el consumo de energía. Además, el Sea Cheetah también se destaca por sus implicaciones regulatorias. En los Estados Unidos, no se clasifica como un avión, sino como un barco, lo que evita los pesados procesos de certificación aeronáutica, y en última instancia acelera su despliegue comercial.


El diseño del aparato presenta un ala grande y gruesa, optimizada para el efecto suelo, equipada con winglets, pequeñas aletas ubicadas en los extremos para mejorar la estabilidad y la aerodinámica. En el extradós de esta imponente ala, se montan dos grandes motores eléctricos cuidadosamente carenados para minimizar la resistencia al aire y mejorar el rendimiento.

Debajo del aparato, unos voluminosos módulos actúan no solo como flotadores para el aterrizaje en el agua, sino también como depósitos de hidrógeno. Dependiendo de la forma en la que se almacene este hidrógeno -gaseoso o líquido-, la autonomía del vehículo podría aumentarse considerablemente, e incluso duplicarse si se utiliza hidrógeno líquido.

Sin embargo, persisten varios obstáculos técnicos. El oleaje y las olas constituyen un problema importante, ya que pueden alterar la estabilidad del aparato en vuelo, dificultando su mantenimiento a baja altitud. Además, la integración de este tipo de vehículo en el tráfico marítimo plantea preguntas.


Su alta velocidad, muy superior a la de los barcos tradicionales, y su dificultad para detenerse rápidamente plantean problemas de seguridad. El aparato deberá estar equipado con sistemas avanzados para anticipar y evitar colisiones, mientras se adapta a las normativas de navegación marítima existentes.

A pesar de estos obstáculos, el Sea Cheetah no está solo en este mercado. El Viceroy Seaglider, otro aeronave de efecto suelo, ya propone prototipos funcionales. Este sector incipiente está provocando una feroz competencia por convertirse en líder del transporte cero emisiones.

¿Qué es el efecto suelo?


El efecto suelo es un fenómeno aerodinámico que ocurre cuando un avión o un aparato volador vuela muy cerca de la superficie de la Tierra, generalmente a una altitud inferior a su envergadura. Esta cercanía al suelo provoca una compresión del aire bajo las alas, aumentando la sustentación y reduciendo la resistencia al avance.

En estas condiciones, el aparato se beneficia de una mejor eficiencia energética. Puede recorrer una mayor distancia consumiendo menos combustible que un avión que vuela a gran altitud.

Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: H3 Dynamics
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