El descubrimiento de flechas envenenadas bien podría cambiar nuestra comprensión de la caza en el Paleolítico. Este avance arqueológico nos revela una habilidad insospechada de nuestros antepasados, hace 54 000 años.
Investigaciones recientes llevadas a cabo en África austral y Europa han revelado el uso de venenos desde esta remota época. Estas antiguas prácticas demuestran una impresionante ingeniosidad para la supervivencia humana frente a los desafíos del entorno prehistórico.
La arqueología tradicional no permitía detectar rastros de venenos en las flechas, pero los análisis biomoleculares recientes han cambiado esta situación. Se han encontrado glucósidos cardiotónicos en puntas en África, que datan de entre 24 000 y 37 000 años, lo que sugiere una estrategia de caza sofisticada.
El descubrimiento de flechas en la cueva de Mandrin, en Francia, confirma la hipótesis de un uso similar de venenos. Los arqueólogos estiman que el 26 % de estas puntas se utilizaban para paralizar a sus presas con sustancias tóxicas, mucho antes de lo que se pensaba. Este uso podría remontarse a hace unos 54 000 años. Los investigadores utilizaron el método del Tip Cross-Sectional Area (TCSA) para distinguir las flechas envenenadas de otras.
Una simple raspadura causada por una punta era suficiente para matar a una presa gracias al veneno. Estas prácticas demuestran un conocimiento avanzado de la toxicidad de las plantas locales. En Europa, probablemente se utilizaban especies mortales como el acónito napelo y la dedalera para extraer los venenos.
Este dominio biológico prueba que los cazadores-recolectores del Paleolítico no eran simples usuarios de herramientas cortantes, sino estrategas ingeniosos que explotaban su entorno en su favor.
El uso de flechas envenenadas no se limita a una región o época. Se han encontrado rastros similares en Egipto o entre los san del África austral, lo que subraya una práctica universal de las sociedades antiguas.
¿Qué es el Tip Cross-Sectional Area (TCSA)?
El Tip Cross-Sectional Area (TCSA) es un método utilizado en arqueología para medir la superficie transversal de las puntas de flechas. Al analizar el tamaño y la forma de las puntas, se puede determinar su probable uso. Por ejemplo, las puntas pequeñas suelen estar asociadas con flechas envenenadas.
La importancia del TCSA radica en su capacidad para revelar la función de las flechas en relación con su capacidad de penetración. Las flechas envenenadas requieren menos penetración, lo que explica que sus puntas sean más pequeñas. En cambio, las flechas sin veneno necesitan penetrar más profundamente en la presa.
Esta técnica permite distinguir entre flechas envenenadas y otros tipos de armas como jabalinas o lanzas, ofreciendo así una visión sobre las estrategias de caza antiguas.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Journal of Archaeological Science: Reports