Cédric - Viernes 11 Octubre 2024

Este animal marino es el único que no ingiere microplásticos, aquí está la razón

Los microplásticos están por todas partes. Pero una especie parece eludirlos. Una pequeña criatura marina resiste la amenaza invisible del plástico.

Los tardígrados, estos animales casi inmortales, no parecen ingerir microplásticos. Sin embargo, casi todas las especies marinas se ven afectadas por estas partículas.


Imagen Wikimedia

Investigadores brasileños sumergieron a más de 5.600 organismos marinos en un baño de microplásticos. Observaron que solo esta criatura resistente escapó a la ingestión de estos contaminantes. Todos los demás, desde nematodos hasta gusanos poliquetos, pasando por crustáceos y ácaros, ingirieron microplásticos. Estas diminutas partículas, detectadas utilizando pigmentos fluorescentes, se encuentran lamentablemente a menudo en los sedimentos marinos.


Los microplásticos, definidos como fragmentos de plástico que generalmente miden menos de 5 milímetros, provienen principalmente de la descomposición de los objetos de plástico producidos masivamente por la industria humana. Este proceso de fragmentación ocurre bajo la influencia de factores ambientales como el sol, el viento y la erosión marina.

Una vez liberadas en los océanos, estas diminutas partículas se acumulan en los organismos marinos, que a menudo las ingieren inadvertidamente. Al encontrarse en los tejidos de muchas especies, los microplásticos ascienden gradualmente en la cadena alimentaria, llegando finalmente a animales más grandes, e incluso a los humanos.

En los tardígrados, la ausencia de ingestión de microplásticos parece estar directamente relacionada con la estructura única de su aparato bucal. Este aparato está compuesto por un estilete, un tubo especializado que utilizan para perforar y succionar los fluidos de sus presas. A diferencia de otros organismos que ingieren a sus presas de una sola vez, los tardígrados solo consumen los líquidos extraídos, lo que reduce considerablemente el riesgo de ingestión accidental de partículas sólidas, como los microplásticos.

Aunque estas criaturas evitan la ingestión, no están completamente exentas de plásticos. Los microplásticos a menudo se adhieren a sus apéndices locomotores (es decir, sus patas), afectando así su movilidad.

Este estudio abre nuevas perspectivas sobre los impactos ecológicos de los microplásticos. También destaca la importancia de estudiar la resiliencia única de algunas especies, como los tardígrados, en un océano lleno de plástico.

Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: PeerJ Life and Environment
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