Los vegetales verdes podrían ser grandes aliados de nuestro cerebro. Un estudio reciente revela un vínculo sorprendente entre la vitamina K y las funciones cognitivas.
Investigadores de la
Universidad Tufts observaron que ratones con deficiencia de vitamina K presentaban problemas de memoria y una disminución en la producción de nuevas células cerebrales. Esta vitamina, abundante en espinacas y col rizada, parece jugar un papel clave en la salud cerebral.
El hipocampo, zona cerebral esencial para el aprendizaje, resulta particularmente afectado por la falta de vitamina K. Los ratones deficientes mostraron dificultades para reconocer objetos y memorizar recorridos, en comparación con aquellos alimentados normalmente.
El estudio, publicado en el
Journal of Nutrition, destaca el papel de la menaquinona-4, una forma de vitamina K presente en el cerebro. Los niveles reducidos de esta sustancia se asocian con un descenso en el rendimiento cognitivo.
Los investigadores también notaron un aumento de la inflamación cerebral en los ratones con carencia. Esta inflamación, vinculada a la activación excesiva de las microglías, podría acelerar el deterioro cognitivo con la edad.
Los científicos subrayan la importancia de una dieta equilibrada rica en vegetales verdes. Aún no recomiendan suplementos de vitamina K, pero insisten en los beneficios de una alimentación naturalmente rica en esta vitamina.
Esta investigación abre nuevas vías para comprender cómo la nutrición influye en el envejecimiento cerebral. Sugiere que mecanismos específicos relacionados con la vitamina K podrían ser objetivos para preservar las funciones cognitivas.
¿Qué es la neurogénesis y por qué es importante?
La neurogénesis es el proceso por el cual se generan nuevas neuronas en el cerebro, principalmente en el hipocampo. Este fenómeno es crucial para el aprendizaje y la memoria a lo largo de la vida.
Estudios muestran que la neurogénesis disminuye con la edad, lo que puede contribuir al deterioro cognitivo. La capacidad del cerebro para producir nuevas neuronas influye directamente en nuestra aptitud para adquirir nueva información y adaptarnos.
Algunos factores, como el ejercicio físico y una dieta rica en nutrientes, pueden estimular la neurogénesis. Por el contrario, el estrés crónico y una mala alimentación pueden ralentizarla.
Entender y favorecer la neurogénesis podría ser clave para preservar la salud cognitiva durante el envejecimiento.
Fuente: The Journal of Nutrition