Unos investigadores exploran una nueva vía prometedora para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, centrándose en una proteína específica que podría mejorar la eliminación de las placas amiloides en el cerebro.
Un equipo de la
Icahn School of Medicine at Mount Sinai ha logrado un avance significativo en la investigación sobre la enfermedad de Alzheimer. Su estudio, publicado en
Nature Neuroscience el 27 de mayo, identifica un método prometedor para ralentizar o incluso detener la progresión de la enfermedad, centrándose en los astrocitos reactivos y la proteína plexina-B1.
Esta innovadora investigación se enfoca en la manipulación de la proteína plexina-B1 para mejorar la capacidad del cerebro de eliminar las placas amiloides, una característica distintiva de la enfermedad de Alzheimer. Los astrocitos reactivos, células cerebrales activadas en respuesta a una lesión o enfermedad, juegan un papel crucial en este proceso al controlar el espacio alrededor de las placas amiloides.
Roland Friedel, PhD, profesor asociado de neurociencias y neurocirugía en Mount Sinai, destaca que este descubrimiento ofrece una nueva vía para desarrollar tratamientos al mejorar las interacciones celulares con estas placas nocivas. Esta investigación se basa en análisis de datos complejos comparando individuos sanos con aquellos afectados por la enfermedad de Alzheimer.
Hongyan Zou, PhD, profesora de neurocirugía y neurociencias en Mount Sinai, resalta las implicaciones más amplias de estos resultados, subrayando la importancia de las interacciones celulares en el desarrollo de tratamientos para las enfermedades neurodegenerativas. El estudio también valida modelos de redes génicas multiescala de la enfermedad de Alzheimer, avanzando significativamente en nuestra comprensión de la enfermedad.
Bin Zhang, PhD, profesor de neurogenética en Mount Sinai, afirma que este estudio sienta las bases para desarrollar nuevos tratamientos dirigidos a estas redes génicas predictivas. Los investigadores insisten en la necesidad de continuar las investigaciones para traducir estos hallazgos en tratamientos para los pacientes.
Fuente: Nature Neuroscience