En las profundidades de la selva tropical del sur de Brasil, un pequeño anfibio desafía nuestra comprensión de los límites del mundo animal. El Brachycephalus pulex, apodado el sapo-pulga brasileño, ha sido confirmado recientemente no solo como el anfibio más pequeño del mundo, sino también como el vertebrado más pequeño conocido, según un estudio realizado por biólogos de la Universidade Estadual de Santa Cruz.
Este fascinante hallazgo se remonta a 2011, cuando el Brachycephalus pulex fue identificado por primera vez, viviendo aislado en algunas colinas de la región sur de Bahía, en Brasil. Inicialmente considerado un sapo debido a su denominación, este pequeño anfibio ha despertado desde entonces un considerable interés científico.
Para profundizar en su conocimiento sobre esta especie, los investigadores volvieron al sitio del descubrimiento original, capturando y liberando varios especímenes después de medirlos y examinar los signos de madurez, incluyendo el análisis de las gónadas y las hendiduras vocales. Este método meticuloso tenía el objetivo de asegurarse de que los individuos medidos fueran adultos.
Los resultados revelaron que la longitud promedio del cuerpo de los machos es ligeramente superior a 7 milímetros, con las hembras midiendo en promedio 1 milímetro más. El ejemplar más pequeño identificado medía solo 6,45 milímetros de largo, aproximadamente un 30% más pequeño que el récord anterior sostenido por otro anfibio.
Este hallazgo excepcional no solo subraya la increíble diversidad biológica de nuestro planeta, sino también los misterios que quedan por descubrir. Los investigadores destacan que, aunque este es el vertebrado más pequeño observado hasta la fecha, es posible que existan criaturas aún más pequeñas, aún no descubiertas.
Sin embargo, también señalan que la reducción de tamaño en los vertebrados está limitada por ciertas restricciones biológicas. Las anomalías morfológicas observadas en las ranas muy pequeñas, como un número reducido de dedos de los pies o orejas insuficientemente formadas, podrían comprometer su supervivencia.
Este estudio, publicado en la revista
Zoologica Scripta, no solo amplía nuestra comprensión de la biodiversidad, sino que también abre el camino para futuras investigaciones sobre las adaptaciones y limitaciones fisiológicas de las pequeñas especies vertebradas.
Fuente: Zoologica Scripta