Hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana...
Astrónomos han observado un fenómeno raro y espectacular que se remonta a más de 11 mil millones de años: un quásar, núcleo hiperactivo de una galaxia distante, emite una radiación tan intensa que perturba profundamente una galaxia vecina, hasta el punto de bloquear el nacimiento de nuevas estrellas.
Este quásar, estudiado por un equipo internacional que incluye investigadores del Instituto Ioffe en San Petersburgo y del Instituto de Astrofísica de París, se encuentra en un sistema de dos galaxias en proceso de fusión. La observación fue posible gracias a los instrumentos del Very Large Telescope (VLT) y del observatorio radio ALMA, ambos ubicados en Chile.
Las dos galaxias están muy cerca una de la otra, a unos pocos miles de años luz, y se acercan rápidamente. Una de ellas alberga un quásar: un agujero negro gigante rodeado de gas que emite una energía colosal. Al situarse en el eje de este "rayo cósmico", los investigadores pudieron analizar los efectos de la radiación sobre el gas presente en la galaxia vecina.
Descubrieron bolsas de gas muy densas, mucho más pequeñas de lo que se observa normalmente en este tipo de galaxias. Estas nubes están expuestas a una radiación ultravioleta aproximadamente mil veces más intensa que la de nuestra propia galaxia. Esta radiación destruye la mayor parte del gas circundante, dejando solo pequeñas zonas lo suficientemente compactas para resistir.
Pero estas zonas son demasiado pequeñas para permitir la formación de estrellas. En otras palabras, el quásar actúa como un "rayo de la muerte", impidiendo que la galaxia vecina produzca nuevas estrellas al remodelar su gas de manera radical.
El quásar J0125 aparece como una fuente puntual en óptica. La imagen de alta resolución angular con ALMA muestra que en realidad se trata de dos galaxias en proceso de fusión, una de ellas (a la derecha) contiene el quásar. La espectroscopía de absorción con el Very Large Telescope permite estudiar las características del gas atravesado por la luz del quásar.
© Pasquier Noterdaeme
Este descubrimiento permite comprender mejor cómo los quásares pueden influir en la evolución de las galaxias a su alrededor, bloqueando directamente la formación estelar en su vecindad inmediata. Es la primera vez que se observa un fenómeno así a una escala tan fina.
Fuente: CNRS INSU