En un avance tecnológico, investigadores chinos han desarrollado una batería nuclear capaz de proporcionar energía durante 50 años sin necesidad de recarga. Este pequeño dispositivo, conocido como "BV100", mide solo 15 x 15 x 5 milímetros, equivalente al tamaño de una moneda, y produce 100 microwatts de potencia. El principio de operación se basa en el uso de un isótopo radiactivo del níquel, el níquel-63, que se transforma en cobre liberando electrones que pueden ser utilizados como fuente de electricidad.
La innovación consiste en la integración de una capa de semiconductor, ubicada entre dos delgadas placas de diamante, para capturar y dirigir estos electrones. Los semiconductores, al estar en un punto intermedio entre los conductores y los aislantes, permiten un control preciso del movimiento de los electrones. Esta tecnología proporciona, por lo tanto, una longevidad y una densidad energética significativamente mayores que las baterías convencionales de ion de litio.
Sin embargo, Juan Claudio Niño, científico de materiales en la Universidad de Florida, plantea preguntas sobre la potencia actual de esta batería. Según él, la BV100, a pesar de su notable durabilidad, solo proporciona el 0.01% de la electricidad necesaria para alimentar un teléfono móvil. Por lo tanto, las aplicaciones actuales parecen estar limitadas a dispositivos de bajo consumo, como marcapasos o sensores inalámbricos pasivos.
La seguridad también es un aspecto crucial. El uso de radioisótopos requiere un blindaje eficaz para proteger contra las radiaciones dañinas, especialmente en aplicaciones médicas o de telefonía móvil. Por lo tanto, el diseño de la batería incluye un blindaje, de plomo o tungsteno, adecuado a la naturaleza y la cantidad del isótopo radiactivo empleado.
Betavolt tiene previsto lanzar una versión de 1 vatio de su batería en 2025, más adecuada al consumo energético de los teléfonos móviles que oscila entre 2 y 6 vatios. Además, la empresa está explorando el uso de otros isótopos nucleares, como el estroncio-90, el prometio-147 y el deuterio, ofreciendo una vida útil de dos a treinta años en dispositivos.
El camino hacia una aplicación comercial amplia está lleno de obstáculos, en particular en cuanto a seguridad y potencia.
Fuente: Betavolt