Un equipo científico internacional ha explorado por primera vez un ecosistema marino intacto, revelado por el desprendimiento de un enorme iceberg en la Antártida. Sus descubrimientos revolucionan nuestra comprensión de la vida en los entornos polares extremos.
La expedición, realizada en diciembre de 2024 en el mar de Bellingshausen, pudo estudiar esta zona normalmente inaccesible gracias a una oportunidad única. El desprendimiento repentino del iceberg A-84, del tamaño de Chicago, expuso fondos marinos ocultos durante siglos bajo la plataforma de hielo George VI.
Una gran esponja, un grupo de anémonas y otras formas de vida son visibles a casi 230 metros de profundidad, en una zona de los fondos marinos previamente cubierta por la plataforma de hielo George VI. Las esponjas pueden crecer muy lentamente, a veces menos de dos centímetros por año. El tamaño de este espécimen sugiere que esta comunidad ha estado activa durante décadas, incluso siglos.
Una biodiversidad insospechada
La exploración mediante un robot submarino reveló una extraordinaria variedad de especies, incluyendo esponjas gigantes, corales en copa, peces de hielo y pulpos adaptados a la oscuridad permanente. Algunos organismos, por su tamaño imponente, parecen tener varios siglos de antigüedad.
Los investigadores identificaron varias especies potencialmente nuevas para la ciencia, especialmente entre crustáceos y gusanos poliquetos. Estas comunidades se desarrollaron a pesar de la ausencia total de luz, en condiciones comparables a las fuentes hidrotermales de las profundidades.
El ecosistema probablemente depende de un aporte de nutrientes por las corrientes marinas, un mecanismo que interesa especialmente a los biólogos. Las esponjas desempeñarían un papel clave al filtrar las partículas orgánicas transportadas por el agua.
Una ventana al pasado y al futuro
Los testigos sedimentarios recogidos contienen valiosos registros sobre la historia del hielo antártico. Su análisis permitirá comprender mejor los ciclos naturales de formación y ruptura de las plataformas de hielo.
Imágenes satelitales MODIS de reflectancia corregida mostrando el iceberg desprendido de la plataforma de hielo George VI en el mar de Bellingshausen el 19 de enero de 2025.
Los científicos también midieron el impacto actual del deshielo en las propiedades físico-químicas del agua. Los datos recopilados ayudarán a mejorar los modelos climáticos que predicen el futuro aumento del nivel del mar.
Esta expedición marca un hito en el estudio de los entornos subglaciales, combinando por primera vez observaciones biológicas, mediciones oceanográficas y análisis geológicos. Los resultados completos requerirán varios años de procesamiento.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Schmidt Ocean Institute