Cédric - Sábado 29 Junio 2024

Enfermedades inflamatorias y cáncer: hacia tratamientos específicos

Los investigadores de Weill Cornell Medicine han descubierto una conexión inédita entre dos vías clave del sistema inmunológico de los mamíferos. Este hallazgo revoluciona nuestra comprensión de las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino (EII), que afectan a más de 200.000 personas en Francia. Este avance podría abrir el camino a nuevas terapias específicas, preservando la función intestinal y equilibrando la respuesta inmunitaria.


El estudio, publicado el 12 de junio en Nature, revela que la interleucina-23 (IL-23), un factor inmunitario, actúa sobre las células linfoides innatas de tipo 3 (ILC3). Estas células juegan un rol de primera línea en los tejidos mucosos como el intestino y los pulmones. En respuesta a IL-23, las ILC3 aumentan la actividad de CTLA-4, un regulador clave que impide al sistema inmunitario atacar al cuerpo y a los microbiotas beneficiosos. Este mecanismo muestra cómo IL-23, aunque proinflamatoria, contribuye a mantener la salud intestinal, una función a menudo alterada en las EII.


Gregory Sonnenberg, autor principal y profesor en el Jill Roberts Institute for Research in Inflammatory Bowel Disease, destaca la importancia de este descubrimiento: "Esta conexión inesperada entre dos grandes vías inmunitarias que controlan la salud, la inmunidad y la inflamación podría permitirnos desarrollar terapias más selectivas."

El investigador postdoctoral Anees Ahmed, autor principal del estudio, utilizó la secuenciación de ARN a célula única para analizar los efectos de IL-23 en diferentes células inmunitarias del intestino sano. Los resultados mostraron que IL-23 activa fuertemente la vía de CTLA-4 en las ILC3. Bloquear esta vía conduce a una inflamación intestinal severa.

Para confirmar sus resultados en humanos, los investigadores utilizaron muestras del Jill Roberts Institute Live Cell Bank, que incluyen pacientes con EII y personas sanas. "Este recurso único nos permitió confirmar rápidamente que nuestros hallazgos en ratones también se aplican a los pacientes con EII", declaró Gregory Sonnenberg. La validez de las observaciones se verificó en colaboración con Robbyn Sockolow, gastroenteróloga pediátrica y profesora de pediatría clínica en Weill Cornell Medicine.

Los resultados muestran que esta nueva vía inmunológica está presente en el intestino humano sano pero se vuelve defectuosa en los pacientes con EII. "Esto podría explicar por qué IL-23 se convierte en un motor de la inflamación intestinal en las EII humanas," especificó Robbyn Sockolow.

Este estudio también sugiere que esta vía podría ser utilizada para combatir el cáncer y explicar por qué algunos pacientes en inmunoterapia sufren de inflamación intestinal. Los medicamentos que bloquean CTLA-4, utilizados para liberar el freno del sistema inmunitario, pueden provocar una inflamación intestinal severa.


Anees Ahmed indica que es necesario continuar con las investigaciones antes de aplicar estos descubrimientos a nuevos tratamientos. Contempla la posibilidad de desarrollar tratamientos específicos que eviten las ILC3 en el intestino o bloqueen simultáneamente IL-23. "Podríamos encontrar formas de bloquear selectivamente CTLA-4 o IL-23 en ciertas células inmunitarias, lo cual podría revolucionar la lucha contra el cáncer mientras protegemos el intestino de la inflamación," añadió.

Estos descubrimientos también podrían tener aplicaciones a largo plazo para desarrollar nuevos tratamientos contra diversas enfermedades autoinmunes mediadas por IL-23. Ya existen medicamentos que apuntan a IL-23, y futuras terapias podrían controlar los mecanismos subyacentes de las enfermedades inflamatorias crónicas sin bloquear totalmente IL-23.

Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Nature
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