El descubrimiento de la galaxia más lejana jamás observada por el telescopio espacial James Webb (JWST) ha sorprendido a la comunidad científica. Al escrutar el Universo distante, este telescopio ha permitido observar galaxias que datan de miles de millones de años.
Una hazaña que plantea preguntas sobre los límites de nuestro Universo observable. James Webb ve esta galaxia tal como era solo 300 millones de años después del Big Bang.
El Universo tiene 13,8 mil millones de años, lo que significa que las galaxias más distantes deberían estar situadas a esa distancia. Sin embargo, la galaxia JADES-GS-z14-0 se encuentra actualmente a 33,8 mil millones de años luz. ¿Cómo es esto posible? Esta distancia parece contradecir nuestra comprensión de la edad del Universo.
La expansión del Universo ofrece una explicación. Aunque la luz de JADES-GS-z14-0 ha viajado durante 13,5 mil millones de años, el Universo en expansión ha extendido esta distancia a hoy en día 33,8 mil millones de años luz.
El Universo ha pasado por varias fases de expansión, incluida una período de inflación cósmica rápida después del Big Bang. Esta fase fue seguida por un período dominado por la materia, y luego por una nueva aceleración debido a la energía oscura, aún activa hoy en día.
La galaxia JADES-GS-z14-0, situada actualmente a 33,8 mil millones de años luz de la Tierra.
Crédito: NASA, ESA, CSA, STScI, Brant Robertson (UC Santa Cruz), Ben Johnson (CfA), Sandro Tacchella (Cambridge), Phill Cargile (CfA)
Las galaxias como JADES-GS-z14-0, visibles hoy, no serán observables dentro de unos pocos miles de millones de años debido a la continua expansión del Universo. Los futuros observadores solo podrán ver las galaxias locales; las más distantes habrán pasado más allá del horizonte cosmológico.
Físicamente, la expansión del Universo extenderá la distancia entre ellas y nosotros a una velocidad superior a la de la luz. Su luz nunca más podrá alcanzarnos. Este proceso de expansión está en curso. La expansión es incluso cada vez más rápida; está acelerada.
Así, James Webb ofrece una ventana única sobre la historia cósmica, permitiéndonos explorar épocas que serán invisibles para generaciones futuras. Los astrónomos están aprovechando plenamente este privilegio para profundizar nuestra comprensión del Universo y sus orígenes.