La importancia del metano en el calentamiento global a menudo se subestima. Sin embargo, este gas de efecto invernadero, aunque menos abundante que el dióxido de carbono, tiene un impacto significativo en nuestro clima. Hoy, los investigadores revelan un plan innovador para reducir estas emisiones de manera efectiva.
El metano, que ha contribuido en casi la mitad al calentamiento global actual, ve cómo sus emisiones aumentan rápidamente. Un equipo internacional de investigadores, en
Frontiers in Science, presenta tres medidas para reducir estas emisiones e introduce una nueva herramienta para identificar los métodos más rentables.
El metano no ha recibido tanta atención como el dióxido de carbono, a pesar de su potencial de calentamiento rápido. El profesor Drew Shindell de la Universidad de Duke, subraya que es urgente reducir las emisiones de metano para frenar inmediatamente el calentamiento.
Los científicos han identificado tres ejes prioritarios. Primero, reducir directamente las emisiones de metano. Luego, coordinar estos esfuerzos con aquellos destinados al dióxido de carbono. Finalmente, fomentar y aplicar medidas de reducción del metano.
Cada tonelada de metano emitida en 2020 ha causado daños evaluados entre 470 y 1700 dólares estadounidenses. Teniendo en cuenta los efectos sobre la contaminación del aire y la salud humana, este costo podría alcanzar los 7000 dólares por tonelada. La reducción del metano es así no solo vital para el medio ambiente sino también económicamente ventajosa.
A diferencia del dióxido de carbono, el metano no permanece mucho tiempo en la atmósfera, lo que hace que la reducción de emisiones sea más rápidamente efectiva. Una acción inmediata podría permitir eliminar el 90 % del metano acumulado en 30 años.
Para ayudar a los países a elegir las medidas más efectivas, se ha desarrollado una herramienta en línea. Según las especificidades nacionales, las estrategias pueden variar, desde la regulación de la producción de combustibles fósiles hasta la gestión de vertederos. Los ciudadanos también pueden contribuir modificando sus hábitos de consumo y apoyando políticas ambientales.
Fuente: Frontiers in Science