Investigadores han demostrado que hace aproximadamente 9.000 años, la capa de hielo de la Antártida Oriental experimentó un retroceso espectacular debido a un fenómeno en cascada. El agua profunda circumpolar, más cálida, se intensificó a lo largo de las costas, provocando el colapso de las plataformas de hielo flotantes que normalmente retenían el flujo de los glaciares continentales.
Este descubrimiento se basa en el análisis minucioso de testigos de sedimentos marinos recolectados en la bahía de Lützow-Holm, donde los equipos científicos japoneses han acumulado muestras durante más de cuatro décadas en múltiples expediciones polares.
Un sacatestigos marino se despliega verticalmente para recolectar muestras de sedimentos del fondo oceánico.
Crédito: The National Institute of Advanced Industrial Science and Technology (AIST)
El uso de métodos geoquímicos avanzados, incluido el análisis de las proporciones isotópicas del berilio, ha permitido reconstruir con precisión las condiciones ambientales pasadas.
Los científicos pudieron determinar que el deshielo en otros sectores de la Antártida, como la plataforma de Ross, había modificado la composición de las aguas oceánicas. El aporte de agua dulce procedente de este deshielo creó una estratificación vertical más marcada en la columna de agua, limitando la mezcla de las capas superficiales frías con las aguas profundas más cálidas.
Los modelos climáticos y oceanográficos de alta resolución confirmaron la existencia de un bucle de retroalimentación autosostenido. La estratificación reforzada facilitó el ascenso de las aguas profundas cálidas hacia las plataformas continentales de la Antártida Oriental, desencadenando a su vez más deshielo.
Este círculo vicioso ilustra cómo la pérdida de hielo en una región puede amplificar el fenómeno en zonas geográficamente alejadas, a través de las interconexiones del sistema oceánico austral.
Hace aproximadamente 9.000 años, la afluencia de agua profunda cálida provocó el colapso de la plataforma de hielo, acelerando el vertido de hielo continental hacia el océano.
Crédito: Yusuke Suganuma (NIPR)
Esta investigación internacional, que involucra a más de treinta instituciones en todo el mundo, demuestra que las dinámicas identificadas en el pasado siguen siendo relevantes hoy en día. El profesor Yusuke Suganuma subraya que estos trabajos proporcionan elementos esenciales para mejorar las predicciones sobre la evolución futura de la capa de hielo antártica.
Las observaciones contemporáneas muestran efectivamente que glaciares como Thwaites y Pine Island ya están experimentando procesos similares de erosión por aguas cálidas, con consecuencias potencialmente importantes en la elevación del nivel del mar.
Fuente: Nature Geoscience