El magnetismo ofrece perspectivas extremadamente interesantes en biología y especialmente en mecanobiología, así como para diversas aplicaciones biomédicas, entre ellas el cáncer.
Estudios
in vitro realizados en ensamblajes tridimensionales de células han demostrado que es posible desencadenar la muerte de diferentes tipos de células cancerosas mediante estimulación magnética (cáncer de páncreas, cerebro, riñón, melanomas). El efecto se induce mecánicamente al ejercer un estrés mecánico sobre las células a través de partículas magnéticas dispersas entre ellas.
Investigadores habían realizado estudios iniciales en células de glioma (cáncer cerebral) cultivadas en 2D en el fondo de placas de cultivo. Sin embargo, estos resultados varían considerablemente según el microentorno celular, que difiere entre los cultivos 2D y los tejidos biológicos reales.
Ahora, se ha dado un nuevo paso al reproducir estos efectos en tumoroides, ensamblajes 3D de células cancerosas mucho más cercanos a los tejidos biológicos. Para maximizar la eficacia, es crucial reajustar las condiciones del campo magnético hacia frecuencias más bajas (2 a 5Hz en lugar de 20Hz), adaptándose así a la textura diferente de los medios 3D.
Se ha demostrado un fuerte impacto de la estimulación magneto-mecánica en el citoesqueleto de las células, lo que conduce a la muerte celular.
Impacto de la estimulación magneto-mecánica en el citoesqueleto de células cancerosas de glioma (izquierda, C=control, derecha MS=después de estimulación magnética). Las fibras de actina que constituyen el citoesqueleto son claramente visibles en el control. Estas fibras se destruyen tras la estimulación magnética, llevando a la muerte celular.
Este nuevo estudio prepara el camino hacia pruebas
in vivo de tratamientos innovadores contra el cáncer que utilicen la estimulación magneto-mecánica de células. Este enfoque podría utilizarse solo o en sinergia con la quimioterapia.
Fuente: CEA IRIG