Un estudio publicado el 11 de junio de 2025 en
Nature y realizado con cerca de 3 millones de niños escolarizados en Francia entre 2018 y 2022, coordinado por Stanislas Dehaene, profesor del Collège de France, y por la Dra. Pauline Martinot, médica y neurocientífica en el marco de una tesis financiada por el Inserm, con la participación de científicos del CNRS, revela que niñas y niños tienen el mismo rendimiento en matemáticas al ingresar al primer grado de primaria (CP), pero que una brecha se abre muy rápidamente después de este inicio escolar, favoreciendo a los niños.
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La rapidez con que se forma esta brecha sugiere que no se debe a una lenta impregnación de estereotipos a lo largo de los años, sino precisamente al ingreso en la escuela primaria, que marca el inicio de una enseñanza formal de las matemáticas. Este hallazgo debería ayudar a identificar nuevos mecanismos de acción: al precisar que la enseñanza de las matemáticas es un punto de inflexión en la construcción de las desigualdades, se contribuye a definir las medidas para prevenirlas y así reducir de manera duradera las diferencias entre niñas y niños en esta disciplina.
Publicada este mes en la revista científica
Nature, esta investigación francesa constituye un hito mundial por su envergadura y la riqueza de los datos utilizados.
La escuela, un lugar clave donde se acentúan las diferencias
Gracias a una comparación detallada entre las cohortes escolares —incluidas las afectadas por el cierre de escuelas durante la crisis del Covid—, los científicos demuestran que las diferencias entre niñas y niños se amplían desde los primeros meses de ingreso al CP. Este efecto se observa en todos los departamentos del país, en todos los entornos y en todos los tipos de escuelas. Es especialmente pronunciado en las niñas de familias favorecidas.
El estudio muestra que
no es la edad del niño (por lo tanto, ni la maduración del sistema nervioso ni la acumulación de estereotipos de género con el tiempo)
lo que determina la aparición de las diferencias, sino precisamente el momento en que el niño ingresa al entorno de aprendizaje estructurado que es la escuela primaria. La edad incluso tiene un ligero efecto protector frente al desarrollo de estas brechas.
El análisis también revela que las niñas están más avanzadas en el ámbito del lenguaje, pero que no es por esta razón que descuidan las matemáticas. De hecho, incluso entre pares de niños y niñas que tenían exactamente los mismos resultados en todas las áreas, incluido el lenguaje, al ingresar al CP, las diferencias siempre aparecen después de 4 meses de escuela.
Los científicos también aprovecharon los datos recopilados durante la pandemia de Covid-19. Ese año, los niños estuvieron menos expuestos a la escuela, y las diferencias entre niños y niñas en matemáticas se redujeron en comparación con otros años.
Un dato notable:
las habilidades en lenguaje no presentan estas disparidades. Las niñas superan a los niños en la mayoría de las pruebas de lenguaje. Estas diferencias existen antes del ingreso a la escuela, se reducen un poco durante el año de CP, pero permanecen bien establecidas al inicio del segundo grado (CE1) y tienen una brecha casi idéntica según el contexto socioeconómico de la familia del niño.
Otras investigaciones sugieren que la ventaja de las niñas en lenguaje o socialización está presente en la educación preescolar y podría tener un origen biológico. Esto destaca, en contraste, la especificidad de la relación entre niñas y niños en matemáticas y la responsabilidad colectiva de abordarla.
Una colaboración internacional
Este estudio es el resultado de una colaboración internacional con varios institutos de investigación (Inserm, CNRS, CEA, INRIA, Instituto de Políticas Públicas, Paris School of Economics, Universidad Paris Saclay, Universidad Paris Cité, Universidad Grenoble Alpes, Universidad Aix-Marseille, Universidad Harvard), impulsada inicialmente por el Consejo Científico de la Educación Nacional, en colaboración con investigadores en ciencias cognitivas, matemáticas e inteligencia artificial, educación, economía y psicología social y del desarrollo.
Pone de manifiesto el potencial de la investigación científica aplicada para iluminar las políticas educativas y muestra cómo la investigación francesa, basándose en evaluaciones nacionales masivas y rigurosas, puede contribuir a comprender mejor los mecanismos de aprendizaje y a reducir las desigualdades desde una edad temprana.
Fuente: Inserm