Los hielos del Ártico aún albergan algunos santuarios. Entre ellos, la "Última zona de hielo" parecía resistir los cambios climáticos. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que podría desaparecer mucho más rápido de lo previsto, alterando el equilibrio de este ecosistema único.
Mapa de la "Last Ice Area" (contorno rojo) definida por el WWF, que incluye las islas de la Reina Isabel (rojo), la región norte del archipiélago ártico canadiense (verde) y el sur del archipiélago (amarillo). Muestra los principales pasos que conectan estas zonas (naranja) y la bahía de Baffin Norte (blanco). La zona marina protegida de Tuvaijuittuq está sombreada, y la región del hielo marino ártico plurianual residual está punteada.
Crédito: Communications Earth & Environment (2025). DOI: 10.1038/s43247-025-02034-5.
Los modelos climáticos utilizados hasta ahora daban esperanzas de que esta región conservaría sus hielos varias décadas después del deshielo estival completo del océano Ártico, previsto para mediados de siglo. Pero investigadores de la Universidad McGill han refinado estas proyecciones mediante un modelo de alta resolución. Sus resultados son alarmantes: la Última zona de hielo podría desaparecer en apenas diez años después de este evento.
Esta región, situada principalmente al norte del archipiélago Ártico canadiense, constituye un refugio crucial para las especies dependientes del hielo. Los osos polares, los narvales, las morsas o las focas anilladas encuentran aquí un hábitat estable frente al deshielo generalizado. La rápida desaparición de este último bastión podría amenazar aún más a estas especies ya debilitadas por el cambio climático.
Uno de los elementos clave de este nuevo estudio radica en la consideración del transporte del hielo a través del archipiélago canadiense. Los investigadores muestran que, bajo el efecto del calentamiento global, gran parte del hielo grueso de la Última zona de hielo podría derivar hacia el sur. Al llegar a aguas más cálidas, se derretiría rápidamente, acelerando así la desaparición del refugio polar.
Los resultados también destacan la importancia de los esfuerzos de conservación. Desde 2019, Canadá ha clasificado parte de esta zona como área marina protegida, llamada Tuvaijuittuq. Este estatus temporal se ha prolongado en 2024 por cinco años, mientras se decide sobre una protección duradera. Las comunidades inuit, directamente afectadas, trabajan junto a organizaciones ambientales para preservar este ecosistema vital.
Bruno Tremblay, coautor del estudio y profesor de ciencias atmosféricas y oceánicas, explica que la desaparición de la Última zona de hielo dependerá en gran medida de la evolución de las temperaturas globales. Si el calentamiento no se controla, las proyecciones actuales se vuelven cada vez más pesimistas. La velocidad del deshielo supera ahora las estimaciones de los modelos anteriores.
El estudio recuerda que un océano Ártico libre de hielo en verano marcará un punto de inflexión irreversible para los ecosistemas polares. La pérdida de esta zona aceleraría los cambios climáticos globales, reduciendo aún más la capacidad del planeta para reflejar la luz solar.
En un momento en que el hielo estival del Ártico se acerca a un umbral crítico, este trabajo aboga por acciones inmediatas para limitar el calentamiento global. La protección de la Última zona de hielo podría ser la última oportunidad para que algunas especies emblemáticas sobrevivan.
¿Qué es la Última zona de hielo?
La Última zona de hielo (Last Ice Area, LIA) se refiere a una región del Ártico donde el hielo marino perenne persiste a pesar del calentamiento global. Situada principalmente al norte del archipiélago Ártico canadiense y de Groenlandia, constituye un refugio para las especies dependientes del hielo.
Esta zona es considerada el último bastión del hielo marino plurianual, que resiste los deshielos estivales. Los osos polares, morsas y focas encuentran aquí un hábitat estable, esencial para su supervivencia. Su desaparición pondría en peligro a estas especies ya amenazadas.
Los científicos estiman ahora que esta región podría desaparecer mucho más rápido de lo calculado inicialmente si el calentamiento global continúa. Ante este riesgo, Canadá ha clasificado parte de esta zona como área marina protegida bajo el nombre de Tuvaijuittuq. Se contemplan medidas de conservación, pero solo una reducción rápida de las emisiones de gases de efecto invernadero podría ralentizar esta desaparición.
Fuente: Communications Earth & Environment