El embarazo transforma el cerebro de las mujeres de manera significativa, revelando modificaciones profundas en la materia gris. Ya lo habíamos mencionado en
este artículo: un embarazo genera una pérdida de materia gris en la madre.
Un estudio reciente aporta nuevos datos y muestra que estos cambios, relacionados con las hormonas, afectan cerca del 94 % del volumen cerebral, con implicaciones en la cognición social y el vínculo materno.
Esta investigación, llevada a cabo por un equipo internacional, siguió a 179 mujeres mediante técnicas de neuroimagen. Revela una reducción del 4,9 % de la materia gris durante el embarazo, seguida de una recuperación parcial después del parto. Estas transformaciones, atribuidas principalmente a las fluctuaciones hormonales, abren nuevas perspectivas sobre la neurobiología materna.
Las hormonas en el centro de las transformaciones cerebrales
Los investigadores identificaron dos hormonas, el estriol-3-sulfato y la estrona sulfocinasa, cuyos niveles varían considerablemente durante el embarazo. Estas fluctuaciones están directamente correlacionadas con la reducción y la recuperación de la materia gris. Cuanto más aumentan los niveles hormonales, más marcados son los cambios cerebrales.
Este descubrimiento subraya la importancia de los procesos biológicos en la transformación del cerebro materno. Las áreas afectadas, en particular las relacionadas con la cognición social, desempeñan un papel clave en las interacciones humanas, lo que podría explicar algunos comportamientos maternos.
Un fuerte vínculo entre la recuperación cerebral y el apego materno
Las mujeres que presentan una mejor recuperación de la materia gris después del parto mostraron un vínculo más fuerte con su bebé. Esta observación sugiere que el bienestar psicológico de la madre influye no solo en su salud cerebral, sino también en la calidad de la relación con su hijo.
Estos resultados destacan la importancia del apoyo psicológico durante y después del embarazo. También abren nuevas vías para comprender mejor condiciones como la depresión posparto, a menudo relacionada con alteraciones cerebrales.
Una metodología rigurosa para resultados inéditos
El estudio incluyó un grupo de control de mujeres cuyas parejas estaban embarazadas, lo que permitió distinguir los efectos biológicos de aquellos relacionados con la experiencia de la maternidad. Este enfoque innovador confirmó que los cambios cerebrales se deben principalmente al embarazo en sí.
Los investigadores utilizaron resonancias magnéticas repetidas para seguir la evolución del cerebro antes, durante y después del embarazo. Este método longitudinal permitió obtener datos precisos y fiables, estableciendo una referencia para futuras investigaciones sobre el cerebro materno.
Implicaciones para la salud mental materna
Estos descubrimientos podrían ayudar a comprender mejor los trastornos psicológicos relacionados con el embarazo, como la depresión posparto. Al identificar los mecanismos cerebrales implicados, los investigadores esperan desarrollar intervenciones más específicas para apoyar a las madres.
El estudio también subraya la importancia del bienestar materno en la recuperación cerebral. Programas de apoyo psicológico podrían desempeñar un papel clave en la prevención de complicaciones posparto.
Para profundizar: ¿Qué es la materia gris y cuál es su papel en el cerebro?
La materia gris es un componente esencial del sistema nervioso central, compuesto principalmente por los cuerpos celulares de las neuronas. Desempeña un papel clave en el procesamiento de la información, la cognición y la regulación de las funciones motoras y sensoriales.
Localizada en la corteza cerebral y otras regiones del cerebro, la materia gris está implicada en procesos complejos como la memoria, la toma de decisiones y las interacciones sociales. Su estructura y densidad influyen directamente en las capacidades cognitivas y emocionales.
Durante el embarazo, los cambios hormonales pueden modificar el volumen de la materia gris, especialmente en las áreas relacionadas con la cognición social. Estas transformaciones parecen favorecer la adaptación a la maternidad.
Finalmente, la materia gris también está asociada con la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro para reorganizarse en respuesta a nuevas experiencias. Esta propiedad explica en parte la recuperación parcial observada después del embarazo.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Nature Communications