Cada año, entre todas las personas que se presentan en los hospitales canadienses debido a dolores en el pecho, alrededor de 400,000 se marchan sin conocer la causa exacta de su problema. ¿Qué sucede con las personas que viven esta situación? Es la pregunta que responde un equipo de investigación de la Universidad Laval en un artículo publicado recientemente por el
Journal of Psychosomatic Research.
Este equipo siguió durante dos años a 672 personas que se presentaron en dos hospitales de Lévis por dolores en el pecho. Los exámenes médicos realizados en urgencias permitieron descartar la hipótesis de problemas cardíacos.
"Estos dolores podrían estar asociados a crisis de pánico, a reflujo gastroesofágico o a dolores musculares, pero la realidad es que simplemente no conocemos la causa de esta condición. Por eso hablamos de dolores torácicos médicamente inexplicables", destaca el responsable del estudio,
Guillaume Foldes-Busque, profesor de la Escuela de Psicología de la Universidad Laval.
El equipo de investigación contactó a estas 672 personas en cinco ocasiones durante los dos años posteriores a su visita a urgencias para preguntarles sobre su estado de salud física y mental. Los datos recogidos indican que en el 60% de los casos, el problema tiende a desaparecer en los primeros meses después de la visita a urgencias. "Para estas personas, se trató de un evento puntual. Los dolores desaparecieron tal como habían llegado", comenta el profesor Foldes-Busque.
Otros no tienen esa suerte. Alrededor del 40% de los sujetos del estudio todavía experimentaban dolores inexplicables en el pecho dos años después de su visita a urgencias. La gravedad del problema incluso se había acentuado en el 7% de los casos, se mantuvo estable en el 21% y había disminuido ligeramente en el 13% de los casos. Durante el periodo de seis meses que precedió al seguimiento de dos años, el 23% de los sujetos sintió estos dolores al menos una vez al mes, y el 9% de los sujetos los había experimentado al menos una vez por semana.
"Esta condición tiene efectos negativos en la salud física y mental de estas personas, así como en su calidad de vida, observa el profesor Foldes-Busque. Por ejemplo, pueden asociar estos dolores a algo potencialmente peligroso, lo que puede llevarlas a limitar ciertas actividades que, según creen, podrían provocar estos dolores."
El equipo del profesor Foldes-Busque está intentando ahora desarrollar una herramienta que podría utilizarse para identificar muy temprano, a partir de un conjunto de características, a las personas en quienes los dolores torácicos médicamente inexplicables corren el riesgo de volverse persistentes.
"En un primer momento, estas personas podrían beneficiarse de una intervención en línea destinada a ayudarles a lidiar con estos síntomas y a atenuar sus efectos. Aquellas para quienes esta intervención no sea lo suficientemente efectiva podrían ser derivadas a un equipo multidisciplinario para entender mejor los factores físicos y psicológicos que interactúan para mantener estos dolores torácicos inexplicables."
Los otros firmantes del
estudio publicado en el Journal of Psychosomatic Research son Clermont Dionne, Marie-Andrée Tremblay, Stéphane Turcotte, Richard Fleet, Patrick Archambault e Isabelle Denis.
Fuente: Université Laval